La consultora de diseño y marca Erretres ha sido la encargada de llevar a cabo toda la identidad de marca de Nudista, un nuevo bar de tapas de Madrid. El proyecto ha supuesto un trabajo multidisciplinar, creando desde la estrategia de naming, hasta el desarrollo de la identidad visual, pasando por la sistematización del etiquetado de productos, su exposición en el local y el diseño interior de este.
Nudista es una propuesta gastronómica en forma de bar de tapas, cuyo objetivo es el de posicionar los productos en conserva como una alternativa sana, sencilla y apetecible. Producto de calidad y respeto por la materia prima, con la mínima intervención: todo se sirve directamente de la lata.
El trabajo de Erretres, autores de otros proyectos similares, como Lovnis, era dar forma a esta idea gastronómica, empezando por identificar el proyecto con un nombre y establecer un concepto de marca a través del cual ir desarrollando todo el proyecto. El nombre del local debía recoger los tres pilares básicos del proyecto: producto / ironía / impacto, al tiempo que sirviera para reforzar esa idea de productos sin artificios, desnudo.
Una vez definido el nombre, se trabaja en el concepto de marca. Éste surge después de una intensa investigación del desnudo en la historia del arte y la mitología clásica. El Renacimiento como base imaginaria y la idea de la sección áurea y los cánones de belleza sirven para comenzar a estructurar un discurso que, a la vez, choca con la cultura popular. La tensión entre estos dos factores queda reflejada en la serie Gazing Ball de Jeff Koons, que acaba sirviendo de inspiración para la visualización de la nueva marca.
La identidad gráfica es el siguiente punto. Se escoge una familia tipográfica pura, asociada habitualmente al mundo del lujo, y se le da un toque popular mediante la utilización de una forma oval, que al mismo tiempo es un guiño a las esquinas de las latas. Para acompañarla, se utilizan dos rombos, un símbolo muy popular en España, que hace años se usaba en televisión para indicar que el programa que seguía no era apto para menores. El uso de mensajes onomatopéyicos (Oh! Uhm!) y la cromática saturada completan la serie de elementos visuales que enriquecen la comunicación de la marca.
Par completar la identidad visual se han creado también tres ilustraciones que reúnen dos imágenes en una, combinando las tres categorías de producto que se sirven en la taberna —pescados, mariscos y verduras— con el concepto de nudismo, jugando así con los dobles sentidos. De igual modo, en las fotografías de producto se ha buscado que éste aparezca “desnudo”, fuera de su contenedor y en todo su esplendor.
Uno de los mayores desafíos del proyecto fue el desarrollo del packaging. Nudista ofrece la posibilidad de adquirir los productos que se sirven en el local. Estos son muy variados en cuanto a contenido y tamaño, hecho que hacía imposible el desarrollo de un único sistema de envasado que sirviera para unificar el packaging. Finalmente se optó por jugar con las etiquetas de calidad que reciben los productos con denominación de origen como los que se sirven en Nudista. El resultado gráfico es un sistema de pegatinas que proporcionan una descripción del producto, el sello de calidad y los mensajes de refuerzo de la marca.
Para finalizar, el diseño del espacio. Aprovechando el fuerte vínculo entre la marca y el arte, éste se proyecta como si de una galería de arte se tratara: un cubo blanco, desnudo, en el que se expone una selección de los productos, los auténticos protagonistas del local. Elementos típicos de taberna como son el mármol y la madera contrastan con el blanco de paredes y azulejos, y le dan al espacio un aire contemporáneo.
