En un paisaje desolador en Pinto, en el que se extiende la pobre tradición estética y cultural de la vivienda adosada, Dosmasuno arquitectos ofrecen para escapar, un espacio introvertido, dinámico y confortable.
La fuerte incidencia solar en verano es otra de las premisas que fuerza la búsqueda de cualidades de vida y atmósferas que no dependan del entorno para alcanzar el confort climático de manera pasiva y natural. Este volumen topográfico, un zócalo a lo largo de la parcela, es perforado por tres patios interiores a través de los cuales se ventilan e iluminan todas las estancias.
Se crea así un nuevo paisaje de cubiertas planas e inclinadas, relacionado con la calle mediante un espacio independiente del resto de la vivienda, un paralelepípedo que se desprende del zócalo. Con ese juego de volúmenes se favorece el uso de las zonas exteriores y terrazas resultantes.
Con el paso del tiempo, el cuerpo principal y los patios se cubrirán con una piel natural, una pérgola de cables en las que crecerá una enredadera de hojas caducas. Esta protegerá las estancias de la radiación solar en los meses de verano y permitirá, en invierno, el paso de la misma.
Planta.Sección y alzado.
Arquitectos: Dosmasuno arquitectos: Ignacio Borrego, Néstor Montenegro y Lina Toro.
Ubicación: Pinto, Madrid.
Fecha de finalización: Abril de 2010.
Colaboradores: Begoña de Abajo, Qianyi Lin, Paula Rarimundez y Carlos Ramos.
Arquitectos técnicos: Direct.at arquitectos técnicos, Javier González y Javier Mach.
Instalaciones y Estructura: Dosmasuno arquitectos.
Promotores: Carolina Díaz y Oscar Serna.
Constructora: Escobar y Pacheco.
Fotos: Miguel de Guzmán.