Homenaje a la flora y fauna argentina
Las diseñadoras gráficas argentinas Gabriela Lubiano y Gilda Martini se han propuesto cambiar la imagen del papel moneda de su país. Un nuevo diseño, con la biodiversidad de la fauna y flora del territorio argentino como protagonista, que deja de lado la historia de la conformación del estado, utilizada en la mayoría de monedas y billetes de todo el mundo. “Nuestra postura ideológica se aleja de la personalización, dando lugar a la conciencización sobre una problemática latente: la extinción de especies autóctonas y la destrucción de sus biomas (paisaje bioclimático)” explican las diseñadoras, que han querido hacer hincapié en la fauna amenazada para generar una toma de conciencia por parte de los usuarios.
Representaciones simbólicas, pictogramática de los mitogramas aborígenes
Bajo el nombre de Rediseño papel moneda argentino, el proyecto fue presentado como parte del Taller de Diseño IV Cátedra Gorodischer, FADU – UNL, llevado a cabo durante el primer semestre de 2015. Para el diseño, Gabriela Lubiano y Gilda Martini seleccionaron la fauna, bioma y flora propias de cada una de las seis regiones en las que se divide Argentina, así como la simbología de sus pueblos nativos. A cada una de las regiones se le adjudicó un valor, de acuerdo a su disposición de Norte a Sur, en sentido creciente: Noroeste ($2), Chaco ($5), Mesopotamia ($10), Sierra y Pampas ($20), Cuyo ($50) y Patagonia ($100). Con las mismas dimensiones de los billetes originales, se optó por la orientación vertical para rememorar así la verticalidad del territorio argentino, cuya biodiversidad de biomas es producto de la extensión Norte-Sur del país, desde el Ecuador al Polo Sur. Con una retícula base que permite la distribución armónica de los elementos estéticos, obligatorios y de seguridad de cualquier billete, el soporte se divide cuatro filas, cada una de las cuales alberga un elemento de seguridad. El orden de lectura de las representaciones simbólicas se ha mantenido igual que los billetes actuales, con la especie animal amenazada en cada región en los anversos, junto un pictogramática de los mitogramas aborígenes correspondientes a cada especie; y el mismo animal en su contexto natural o bioma, en los reversos.
Colores y animales para los que no saben leer
Para los nuevos billetes se seleccionó la tipografía Sintony del argentino Eduardo Tunni, que de palo seco evita las serifas para facilitar la lectura. Los colores elegidos tienen en cuenta los de los animales y los paisajes de las distintas regiones: colores cálidos para las más cercanas al Ecuador y al Meridiano de Greenwich, que se van enfriando según se acercan al Pacífico y al Polo Sur. Para las marcas de agua se utilizaron flores autóctonas de cada región, y la marca táctil está compuesta por formas geométricas básicas. La accesibilidad también fue un punto clave en el diseño del nuevo papel moneda, que permite a usuarios que no sepan leer reconocer el billete por el animal y el color representados; facilitando el reconocimiento a personas con ceguera a través de una marca táctil de un solo elemento y no un conjunto. Además, los billetes seguirían teniendo todas las medidas de seguridad que cualquier billete actual tiene: marca de agua, motivo de registro perfecto, impresión calcográfica, imagen a corte, tinta OVI, microtexto, tramas y papel de aluminio.