Sostenibilidad, calidad ambiental y eficiencia económica
Una fuente de agua potable con accesibilidad universal para las Smart Cities, que además simplifica y personaliza los servicios destinados a los ciudadanos a través de un acceso adecuado de información holográfica, es lo que Piotrek Pérez propone con su Smart Water Fountain. Un proyecto con el que el Ingeniero en Diseño Industrial e Innovación —nacido en Jaen en 1980—, quiere añadir valor a las nuevas ciudades inteligentes, a través de soluciones alternativas que mejoren la sostenibilidad, la calidad ambiental y la eficiencia económica de la movilidad urbana actual. «La idea surgió durante mi segundo año en la Universidad Politécnica de Valencia (ETSID), como resultado de un briefing que planteaba diseñar una fuente urbana adaptada que cubriese su función primaria y requisitos básicos de ergonomía y diseño para todos según las normas UNE», explica Piotrek Pérez. En 2015, y mientras cursaba 4º grado, el diseñador retomó el proyecto como parte de la asignatura de Oficina Técnica, para presentarlo finalmente como Proyecto Fin de Licenciatura, que supervisado por el ingeniero y doctor, César Iribarrén, logró una puntuación de 9,7/10.
Agua potable y punto de información
La propuesta, que se presentará a finales de este mes en la plataforma de crowdfunding Indiegogo en búsqueda de financiación y posibles socios para su materialización, cumple dos funciones principales: como fuente de acceso universal al agua potable, por un lado; y como punto de información sobre las noticias más actuales, la predicción del tiempo, el transporte público, las actividades de ocio y cultura de la ciudad, los números de emergencia, etc, por otro. Un nexo de unión entre la información, big data, y el usuario final, mediante la realidad aumentada y la holografía, y sin la necesidad de un teléfono inteligente personal, que su autor tiene planeado presentar a Microsoft Hololens «como muestra de aplicación de su tecnología en el diseño de producto de Smartfountain«.
Con una disposición simple, lógica y ordenada del espacio y elementos que lo forman, la fuente contiene un pulsador táctil de accionamiento del agua con palabra ‘agua’ en relieve escrita en braille, además de un sensor de movimiento de apertura y cierre del chorro del agua, una bandeja de recogida de agua para su reciclaje, una fuente de energía, iluminación led en su base —que facilita su visibilidad en las horas de poca luz y por la noche— y un pavimento podotáctil. Con un recorrido circular peatonal exterior al objeto, despejado y libre de obstáculos, la Smart Water Fountain permite anticipar su localización y reconocimiento, facilitando a las personas invidentes la formación de una imagen mental del entorno: su fuste permite la detección mediante un bastón, y los elementos tronco cónicos una rápida identificación. Sus aristas redondeadas cumplen las normas aplicables a todo mobiliario urbano, y junto al pavimento homogéneo que lo rodea evitan un posible daño al usuario. Se ha evitado así mismo un fuerte contraste de color que pueda provocar confusión a personas con importantes deficiencias sociales.