Arquitectura de container
Common Ground es el primer y mayor complejo comercial del mundo construido a base de contenedores de mercancías. Situado en Seúl, en su construcción se han usado 200 contenedores, redefiniendo así los convencionalismos de las plataformas de venta al por menor. El complejo cuenta con dos edificios, el Street Market y el Market Hall, ambos diseñados en base a la arquitectura de containers (puedes ver más sobre arquitectura de containers en este enlace), pero con características diferentes. Los contenedores del Street Market están dispuestos de modo sobresaliente, destacando los módulos individuales y consiguiendo un mayor impacto exterior para atraer la atención de los transeúntes. Por su parte, el Market Hall está construido a base de grandes módulos de 12 metros que se utilizan como cabinas de compras independientes. El uso de módulos del mismo tamaño que el vestíbulo ha facilitado la creación de un área de terraza descubierta en la parte superior.
Desafío arquitectónico
La construcción de esta gran plataforma comercial de 5.300 metros cuadrados supuso todo un desafío arquitectónico para el estudio responsable del proyecto, Urbantainer. La arquitectura a gran escala a base de contenedores es habitual en proyectos más reducidos, por lo que probar su viabilidad económica y práctica a gran escala fue desde el principio el principal objetivo. Por otra parte, desde el estudio se quiso demostrar que las percepciones normalmente asociadas a este tipo de construcciones estaban distorsionadas: “La percepción pública de los contamines —hasta la apertura de Common Ground— era negativa, asociados siempre a estructura temporales provisionales y, normalmente, construidas sin permisos, poca seguridad contra incendios o incluso como casas para gente con pocos recursos. El desafío consistía no sólo en crear una imagen de marca positiva, sino también en demostrar que esas percepciones eran inexactas”, comentan los responsables.
Diseño integrado y cultura callejera
El trabajo entre especialistas de diferentes ámbitos ha hecho posible la fusión entre el diseño del espacio y el concepto de marca. Partiendo del lema Creative Connection, toda la estructura se ha proyectado como un gran espacio abierto permite la existencia de escenarios de uso multifuncional, facilitando la conexión de personas con personas, marcas con personas y marcas con marcas. De esta forma, el estudio sienta las bases de un programa cultural basado en el intercambio y en un modo de entender la cultura callejera. Por otro lado, desde un punto de vista de diseño estructural, y para mantenerse fieles a esa transmisión de la cultura callejera, se han dejado al descubierto determinados elementos de la construcción modular como las vigas y las zonas de unión entre los módulos, enfatizándolos como elementos importantes del diseño interior. Todas las áreas están abiertas para eventos culturales, creando así un espacio en el que los visitantes no sólo consumen, sino que participan activamente.
Estructuras móviles, económicas y beneficiosas medioambientalmente
La forma en que los módulos están diseñados permite su reutilización una vez son desinstalados, facilitando así la creación de nuevos modelos de negocio: “La tierra puede ser alquilada por un tiempo limitado, sin tener que ser comprada, de modo que se reducen drásticamente los costes. Además, esto también significa menos riesgo, facilitando así la posibilidad de probar conceptos nuevos”, defienden desde el estudio. La construcción modular prefabricada, comparada con los métodos habituales de construcción, cuenta también con algunos beneficios medioambientales: ahorra un 50% de tiempo, un 15% de costes y reduce las emisiones de CO2 en un 60%, además de permitir el reciclaje de los contenedores.