El nuevo Opel Cabrio es un descapotable con techo de lona capaz de transmitir sensaciones intensas. Y esto es lo que hemos percibido a lo largo de todo un fin de semana en el que Opel nos ha invitado a ponernos al volante de este cabrio y a desplazarnos desde Madrid hasta el corazón de Elciego (Avila), a la bodega Marques de Riscal y su hotel del arquitecto Frank O. Gehry. Una experiencia que nos ha permitido conducir bajo el cielo azul y recuperar esa práctica de la conducción que, por intermediación de la tecnología más avanzada, permite definir una relación con el viaje y la con la naturaleza más auténtica y placentera que utilitarista.
Opel Cabrio es un coche con un diseño excelente, un descapotable en el que pueden viajar cuatro personas –los asientos traseros son amplios y cómodos– y con un maletero de gran capacidad. No es un coche de lujo para ocasiones especiales sino, más bien, un representante del lujo accesible, un descapotable para todo el año pero dotado de acabados y equipamientos propios de los coches de gama más alta. Disponible en un abanico de cuatro diferentes motorizaciones que incluyen hasta un dos litros biturbo de 195cv, Opel Cabrio cuenta con una línea sobria y elegante que no resulta condicionada por lo arcos antivuelco aquí sustituidos por unas barras de protección de alta resistencia que en caso de necesidad se extienden empujadas por unos muelles activados con un sistema pirotécnico. El elemento más característico de su diseño e identidad es la capota de lona con mecanismo electrohidráulico que se abre y se cierra en tan sólo 17 segundos. Una verdadera obra de diseño e ingeniería que utiliza piezas estructurales de aluminio y magnesio y que supone una reducción de masa de un 65% con respeto a este tipos de techos retractiles. Finalmente, para los que quieran, aquí pueden solicitar una prueba de conducción.