Pionero del diseño orgánico y figura emblemática de la arquitectura y del diseño escandinavos, Alvar Aalto es una fuente inagotable de inspiración para las generaciones actuales. Concebidos como obras globales (gezamtkunstwerken), sus proyectos incluyen mobiliario y luminarias revestidos de un espíritu humanista. La exposición que Grand-Hornu acoge hasta el 4 de mayo, explora el trabajo que Aalto realiza sobre la iluminación artificial y sus minuciosas investigaciones sobre la sutil luz nórdica. En el origen del proyecto, una colección privada de diferentes propietarios completa un conjunto de más de cien piezas.
La exposición se articula en dos partes. La primera es una instalación, un paseo sobre un muelle con vistas a una superficie acuática sobre la que se reflejan las lámparas de Aalto. La calidad de la luz se experimenta en un juego de claroscuro y de reflejos, en un dispositivo que reflexiona sobre la importancia que desempeña la naturaleza en la arquitectura y el diseño de Alvar Aalto. La segunda parte descubre gracias a documentos y archivos, la génesis de las luminarias del arquitecto, su mecánica y su relación intrínseca con la arquitectura.