Hoy estreno muy ilusionado este blog hablando de mi proceso creativo, y en consecuencia, se me hace imprescindible una pequeña presentación.
Como diseñador industrial trabajo en proyectos tanto de carácter técnico como conceptual y en diferentes ámbitos. Independientemente del carácter del proyecto o del ámbito en que se desarrolle, intento mantener un enfoque comercial. Y cuando hablo de enfoque comercial no me refiero únicamente a ventas, sino que me refiero a la capacidad de conexión con la sociedad.
Por otro lado, si consideramos el triple balance de un proyecto o empresa como la capacidad de generar tanto beneficios económicos como sociales y medioambientales, el enfoque comercial, entendido como medio de conexión con la sociedad, contribuye profundamente a impulsar el triple balance en todo proyecto o empresa, ya que cuanto mayor éxito comercial posee un proyecto, mayor calado social consigue, y en consecuencia mayor posibilidad tiene de ahondar también en sus propósitos sociales y de sostenibilidad. Y es por ello, que pienso que el carácter comercial de un proyecto, además de ser imprescindible para acometer una función económica, permite crear la base necesaria para poder ahondar en propósitos sociales y medioambientales de forma más efectiva.
Tras estas consideraciones sobre el enfoque comercial, su conexión con la sociedad y años trabajando como diseñador, comencé a analizar mi proceso creativo y a desarrollar una teoría a la que denomino LA NO METODOLOGÍA.
Así pues, LA NO METODOLOGÍA es el nombre que he dado al proceso creativo que he implementado a lo largo de estos años tanto en el ámbito del diseño como en el empresarial, ya que es válido tanto para abordar un proyecto de diseño industrial como para desarrollar un proyecto corporativo. Es decir, es una herramienta muy útil tanto para diseñar producto como para diseñar un plan de negocios. Igualmente, es tanto una herramienta válida para la generación de nuevas empresas como para aplicar cambios en empresas consolidadas.
LA NO METODOLOGÍA es un proceso anárquico-analítico en la nebulosa conceptual que permite crear herramientas conceptuales para obtener soluciones reales, partiendo de la observación de los tres núcleos implicados en todo proyecto: la cultura, la empresa y la sociedad. Cada uno de estos núcleos se compone de infinidad de conceptos entrelazados, con matices y superposiciones, los cuales conforman una nebulosa conceptual de infinitas conexiones que enlaza los tres núcleos en un circuito cerrado como se ve en la imagen inferior.
Si bien esta imagen es un esquema, a mí me gusta imaginar esta nebulosa como algo tridimensional y etéreo en la que todos estos conceptos están en continuo movimiento e interacción. Es más, me gusta pensar siempre en una cuarta dimensión, ya que creo que es muy interesante observar su evolución en el tiempo, dado que, tanto si se trata de un proyecto puntual, como si se trata de un proyecto corporativo, su comportamiento en el tiempo está intrínsecamente relacionado con su base conceptual y su relación con la sociedad.
El núcleo de la cultura o del conocimiento está formado por una maraña acumulativa de conceptos relativos a las inquietudes culturales tanto del creativo, como de la empresa o de la sociedad. Así en este núcleo es donde se integra tanto la personalidad del creativo, como la filosofía de la empresa o las diferentes tendencias culturales que circulan, han circulado, o circularán en la sociedad.
El núcleo de la empresa está formado por todos los conceptos relativos a las capacidades, posibilidades, limitaciones y aspiraciones tanto del proyecto como de la empresa. En esta parte figura todo el potencial industrial de la empresa pero sin perder nunca de vista sus limitaciones, y valorando como se juega con ellas en su relación con el proyecto y también en su posible evolución en el tiempo.
Y por último, el núcleo de la sociedad se compone de la cambiante y dinámica atmósfera de conceptos relativos a las inquietudes, insatisfacciones, aspiraciones y deseos de la sociedad. Y aquí me gusta hablar siempre de sociedad y no de mercado por su proximidad al concepto de humanidad, más desvinculado de planteamientos racionales, y más próximo a los verdaderos movimientos sociales, que son más pulsionales, emocionales, a veces casi sexuales, y consecuentemente más irracionales.
Para concluir de forma efectiva el trabajo analítico no hay que olvidar trabajar cada uno de estos núcleos tanto en su relación directa con el proyecto como de una forma totalmente desvinculada y por tanto con una visión más amplia y sugerente.
Una vez generada para un proyecto esta nebulosa de forma analítica, el verdadero proceso creativo consiste en la generación anárquica de las conexiones entre estos conceptos. Es decir, cuando hemos realizado un potente trabajo analítico y hemos generado esta nebulosa, que no se materializa en un panel de ideas, ni de mercado, ni de tendencias ni de nada similar, sino que realmente es una nebulosa que nos acompaña a todas partes, empiezan a surgir anárquicamente pequeñas descargas eléctricas que van enlazando unos conceptos con otros hasta generan un camino, a veces una autopista, a seguir. Y ese camino a seguir que es el resultado del proceso y que es diferente para cada proyecto es lo que yo llamo “herramienta conceptual para una solución real”.
Así pues, la generación analítica de esta nebulosa para cada proyecto, y una inmersión anárquica realmente guiada por las conexiones más relevantes es la que genera, en cada proyecto, una distinta herramienta conceptual para una solución real, una metodología diferente para cada proyecto… LA NO METODOLOGÍA.