Extra-Ordinary Gallery de Fabrica reúne diecisiete objetos que plantean una reflexión de la cotidianediad a partir del diseño, analizando no solo la forma y contenido de los objetos, sino también reformulando los rituales asociados a ellos. La colección se consagra a la búsqueda de la belleza en los actos del día a día y se rebela contra la asfixiante rutina los gestos homogeneizados.
Desde su laboratorio de investigación en Treviso (Italia), Fabrica lleva más de veinte años proponiendo nuevos enfoques experimentales en la cultura del diseño. Uno de sus últimos proyectos es Extra-Ordinary Gallery, una colección presentada a principios de año y expuesta recientemente al público con ocasión del London Design Festival.
La colección ha sido coordinada por el francés Sam Baron, actual director creativo de Fabrica, y cuenta con la participación de diez jóvenes promesas del diseño internacional. Todos ellos resitúan al objeto cotidiano —fruteros, floreros, espejos o libretas, entre otros— en un nuevo espacio que escapa de la rutina y proyecta nuevos usos más allá de las costumbres. “Acciones como colgar un cuadro en una pared, el ejercicio matutino o tomar algo con los amigos se vuelven un poco más especiales. Domesticas, pero también exquisitas”, explican desde el laboratorio de Benetton.
La historia de la artesanía italiana juega un papel fundamental en la colección. Sus creadores bucean dentro de las distintas tradiciones y materiales del diseño italiano, como el mármol de Cánova o el cristal de Murano. El proyecto, sin embargo, reubica estas manifestaciones dentro de la cultura de la autoproducción y autosuficiencia del diseñador.
Bling, Sam Baron para Fabrica, 2014.
Blank Page, Sam Baron para Fabrica, 2014.
El propio Sam Baron incluye dos proyectos dentro de la colección. Bling es un tarjetero que busca dotar de un nuevo significado a la tarjeta de crédito. A través del color oro, el diseñador quiere otorgar un valor más tangible al dinero digital, invisible y abstracto a ojos del mundo. Al mismo tiempo, un mensaje grabado en la funda aconseja al poseedor gastar prudentemente sus ahorros. En Blank Page, Baron concibe un reloj sujetado por un folio en blanco: la naturaleza neutra del tiempo se expresa en la blancura del papel, “simple, anónima y ordinaria”.Dilemma, Dean Brown para Fabrica, 2014.
El diseñador escocés Dean Brown propone con Dilemma un objeto ambiguo que puede ser usado como frutero o como molde para pasteles. Fabricada en cerámica y madera, esta pieza representa la disyuntiva entre una dieta equilibrada o insalubre. “Sin llegar a juzgar, Dilemma presenta dos alternativas, dos modos de disfrutar la comida”.
Sombra, Catarina Carreiras para Fabrica, 2014.
Quadro, Catarina Carreiras para Fabrica, 2014.
Catarina Carreiras participa por partida doble en la colección. Con Sombra, la diseñadora portuguesa dibuja una estantería metálica que parece proyectar una sombra hacia el suelo, jugando con la percepción de nuestros sentidos. Algo similar sucede con Quadro: este marco con forma de equis se autorreferencia irónicamente, delimitando un espacio neutro donde ubicar pequeñas notas o fotografías gracias a pequeños imanes negros.Blot, Mariana Fernandes para Fabrica, 2014.
Blot, de la también portuguesa Mariana Fernandes, convierte un par de cojines de algodón en el lienzo improvisado de un artista. Sobre ellos se extiende una mancha negra que, al estilo de los expresionistas abstractos, se dispersa sin orden ni intención premeditada. Las almohadas celebran el proceso pictórico y plantean una posiblidad sugerente: dormir sobre una obra de arte.
Whisky on the Rocks, Federico Floriano para Fabrica, 2014.
Bu!, Federico Floriano para Fabrica, 2014.
El diseñador italiano Federico Floriano lleva a sus últimas consecuencias la expresión inglesa whisky on the rocks —"whisky con hielo"— con un vaso que sustituye los cubos de hielo por rocas reales. “On the Rocks puede colocarse en un congelador y utilizarse para enfriar las bebidas sin que se diluyan ni desaparezcan”. Otra de sus piezas es Bu!, un estructura metálica que sirve como soporte para llaves y que juega con la pareidolia, un fenómeno psicológico por el cual ajudicamos rostros humanos a objetos inanimados.
Heracles, Charlotte Juillard para Fabrica, 2014.
Heracles, de la diseñadora francesa Charlotte Juillard, insufla un nuevo espíritu a las pesas de gimnasia. Los objetos trascienden su mera función halterofílica y se convierten en piezas con una fuerte presencia estética vinculada a sus orígenes en la antigua Grecia.
Solifleur, Margaux Keller para Fabrica, 2014.
Solifleur consiste en una colección de jarrones colgantes ideados por la diseñadora francesa Margaux Keller. Este gesto otorga de una nueva poética a la flor, que se singulariza envuelta por un recipiente de cristal.
High-wire, Kirsty Minns para Fabrica, 2014.
La británica Kirsty Minns propone con High-wire una serie de cestas fabricadas con alambre y pensadas para utilizarse tanto en interior como en exterior. Su estructura ha sido abstraida y simplificada con el fin de configurar un objeto geométrico único.
Chloris, Ryu Yamamoto para Fabrica, 2014.
También en alambre se presenta Chloris, del diseñador japonés Ryu Yamamoto. Este florero dibuja un marco flotante y desmaterializado que subraya el contenido frente al continente. “[Chloris] busca revelar la belleza de la planta en su conjunto, y no solo de su capullo”.
Prêt à boire, Giorgia Zanellato para Fabrica, 2014.
Vanity Affair, Giorgia Zanellato para Fabrica, 2014.
Pinco Panco, Giorgia Zanellato para Fabrica, 2014.
Prêt à boire, de la italiana Giorgia Zanellato, consiste en un soporte metálico que sostiene con delicadeza una garrafa en el aire. Esta estructura puede también usarse como asa para transportar o verter su contenido. Del mismo autor es Vanity Affair, un espejo cuyo soporte de metal otorga al cristal de una presencia arquitectónica. Por último, Pinco Panco es un par de pisapapeles donde el el mámol, la piedra y la madera se conjugan en equilibrio.
Grafite, Catarina Carreiras y Mariana Fernandes para Fabrica, 2014.
Con Graphite se cierra la colección de Fabrica. Diseñada por las anteriormente mencionadas Catarina Carreiras y Mariana Fernandes, esta colección de libretas ha sido concebida atendiendo al contraste entre el blanco y el negro, que simbolizan en el mismo orden el pensamiento y el papel.