Simplicidad, racionalidad y funcionalidad
El diseño de Thomas Bentzen se caracteriza por la simplicidad, la racionalidad y la funcionalidad. En su estudio fundado en 2010 con sede en Copenhague, crea productos para la vida cotidiana arraigados en la tradición del diseño danés, y sus desarrollos destacan por el conocimiento de los materiales, la artesanía y los procesos de fabricación.
Soft Chair es un sobrio ejemplo de su diseño. Producida en madera con certificación FSC para impulsar el desarrollo sostenible, lo que significa que los bosques de donde proviene tienen tiempo para regenerarse de manera natural, la vida silvestre local se mantiene y los salarios de los trabajadores son equitativos. Utiliza la técnica de moldeado de la chapa de madera e incorpora un lenguaje de diseño honesto, en el que todas las piezas son visibles y forman parte de la experiencia.
La implementación de una madera clara, con variaciones tonales naturales entre sus vetas —que reflejan los cambios estacionales del crecimiento de árbol—, le otorga a las piezas una expresión distintiva, elegante y atemporal. La madera está protegida con una laca muy fina a base de agua, que enfatiza la delicada estructura, al mismo tiempo que permite una fácil limpieza.
Soft Chair es un diseño realizado para Takt, una compañía de mobiliario que se ha impuesto el objetivo de ofrecer muebles daneses refinados, ecológicos, producidos de manera responsable, cuidando el beneficio mutuo de las personas y el planeta. Con una política de transparencia, incluso en el precio de los productos, esta compañía revela los costes reales, desde materiales, mano de obra y transporte hasta el margen comercial.
Tampoco hay distribuidores ni red de tiendas minoristas. El reparto se realiza directamente desde el almacén en Dinamarca, en paquetes planos, para optimizar el apilado y disminuir las emisiones de CO2. Cabe aclarar que la silla ha sido diseñada pensando incluso en su desmontaje, lo que significa que se puede separar en materiales clave para el reciclaje o reemplazar sus piezas desgastadas.
Thomas Bentzen y Takt rescatan el ideal de diseño escandinavo de que un buen diseño y el compromiso con la calidad deben ser para todos, repensando meticulosamente los procesos de hacer y vender muebles, haciendo uso de las mejores ideas del pasado y las innovaciones del presente.