La soledad y el encanto de la nostalgia
Aunque se podría decir que la última etapa de la obra de Charlie Davis comparte ciertos lugares con el trabajo de Malika Favre (a la que Experimenta tuvo la suerte de entrevistar), lo cierto es que este joven diseñador e ilustrador británico se ha forjado un nombre exprimiendo, actualizando y haciendo suyo, rasgos puntuales del art decó y de los máximos exponentes de la escuela Ashcan como Edward Hopper.
Sea como fuere, su astucia y talento para transmitir atmósferas, sensaciones y sutiles mensajes, lo ha llevado a firmar con gigantes como Adobe, Audi, Playboy o Smirnoff, por nombrar solo algunos.
La reconfortante soledad de sus personajes, la exquisita elección de colores y por supuesto, la firmeza y decisión de cada uno de los trazos, terminan por componer piezas impactantes, sólidas y atemporales. «Mi estilo fusiona el encanto de la nostalgia con un tratamiento contemporáneo de las piezas, donde busco constantemente nuevas texturas y formas», comenta Charlie Davis desde su estudio en Camden.