Conocimiento y experiencia, un binomio ganador
La colaboración entre profesionales procedentes de diferentes disciplinas se ha vuelto una práctica habitual en el diseño y especialmente en el diseño de producto. El objetivo no es otro que unir fuerzas y sobre todo conocimientos, para desarrollar un producto que consiga realmente marcar la diferencia. Por otro lado, lo que no es tan común, es que el mismo individuo sea el poseedor de ambas partes de este binomio ganador. Este es el caso de Diego Acosta, un joven diseñador industrial y fisioterapeuta gallego que ha conseguido aunar sus dos profesiones —y pasiones— para dar vida a una serie de dispositivos que destacan por su enfoque, desarrollo, ejecución y potencial mercado. Aunque su portfolio es excepcionalmente amplio (teniendo en cuenta que ha concluido sus estudios hace escasos meses), en este artículo nos centraremos en dos proyectos concretos que acaban de ser reconocidos en los James Dyson Award, los prestigiosos galardones que premian el talento y la creatividad a nivel internacional y que desde 2014 entrega anualmente la Fundación James Dyson.
Airin y cómo reducir el postoperatorio de una ostomía
El primero de ellos, Airin, es un dispositivo médico ideado para reducir el postoperatorio de una ostomía (procedimiento quirúrgico). Con su implementación, se estima que es posible reducir el tiempo de estancia hospitalaria de 35 días a un máximo de ocho. «Los desafíos fueron aislar las suturas de las heces y evitar el riesgo de estenosis. Además, logramos que el paciente se recuperara en casa, gracias a su portabilidad. Todo el sistema ha sido diseñado para ser lo más sostenible posible gracias a adaptadores que permiten reutilizar todo menos la parte que se inserta en el cuerpo», comenta Acosta. Airin figura en el top 20 internacional de los James Dyson Award.
Saphten, un dispositivo para palear los efectos de la espasticidad
Seguimos con Saphten, tercer lugar en categoría nacional de los James Dyson Award. Se trata de una ortesis dinámica para controlar la espasticidad (trastorno motor del sistema nervioso) producida a partir de plásticos reciclados y fabricada con tecnología de impresión 3D. «En la última clínica donde estuve trabajando como fisioterapeuta, tratamos pacientes con enfermedades neurológicas, por lo tanto, la espasticidad fue una de las patologías que más he visto en mi carrera. Hablando con los pacientes sobre sus ortesis, el daño que les causaban, lo incómodo que era ajustarlas y lo frustrante que era no poder hacerlo de acuerdo a sus necesidades en cualquier momento, me di cuenta de que era necesario trabajar en este campo», comenta el diseñador gallego en referencia al motivo que le llevó a desarrollar este dispositivo.