Un poco de glamping costarricense
La creciente demanda por experiencias turísticas diferenciales ha fortalecido sectores como el turismo rural y consagrados otros como el del llamado glamping. Esta tendencia —con visos de fenómeno— ha dado como resultado un territorio ideal para que diseñadores y arquitectos de todo el mundo fuercen los límites de la creatividad en las mesas de trabajo. En este artículo repasaremos un proyecto que, por su arriesgada propuesta en términos de materiales, forma y localización, bien sirve como ejemplo para ilustrar este particular ámbito de desarrollo.
Se trata de Coco, un complejo de cabañas para estancias cortas ubicado en el corazón selvático del paradisíaco distrito de Bahía Ballena en el sur de Costa Rica. Sus creadores, los arquitectos checos Martin Kloda y Hana Procházková, socios fundadores de Archwerk, debían concebir un sistema de viviendas, en primer lugar, en consonancia con el exuberante entorno y que favoreciera —sin poner el riesgo a sus ocupantes— una interacción con este. Segundo , la propuesta debía ser disruptora en términos estéticos. Y para finalizar, por supuesto, debía ser viable económicamente.
Con estas premisas, Kloda y Procházková decidieron optar por cabañas de diferentes tamaños que pudieran funcionar individualmente pero que, al hacerlo en conjunto, el resultado fuera mayor que las suma de las partes. Así nació Coco, un grupo de cinco atractivos volúmenes ovoides —a medio camino entre un búngalo y un tipi—, erigidos y conectados por una soberbia plataforma de madera y acero. La estructura poliédrica principal de cada unidad, recubierta con textiles ignífugos, permite aberturas amplias, casi a capricho. Sin duda una prestación que se agradece con vistas imponentes y mucha luz natural.
Un rasgo a destacar, el facetado longitudinal con flejes de madera de los exteriores. Simple y efectivo, un detalle que dota al conjunto de una personalidad distintiva.
La propuesta de completa con un interiorismo a la altura realizado en colaboración con la gente de Formafatal. Ya sea un sistema de baldas y almacenamiento minimalista, los sobrios espacios de baños en negro mate, o las escasas pero bien elegidas piezas de mobiliario, terminan por redondear un proyecto ciertamente distinto.