«Una etiqueta como símbolo de la bodega».
Maba, el estudio murciano fundado en 2015 por Beatriz Suarez y Miguel Ángel Del Baño, es el responsable de un interesante proyecto de packaging que, con apenas elementos, consigue trasmitir pragmática y metafóricamente los valores de la marca y cautivar desde un primer momento.
Se trata de un sistema ideado para una línea de vinos de Casa Boquera, una pequeña bodega ecológica de carácter familiar ubicada en la Sierra del Carche, al noreste de la Región de Murcia. Al tratarse del producto inaugural, la propuesta de Maba debía sentar las bases gráficas de la incipiente compañía, sus potenciales lanzamientos y sus líneas de negocios paralelas, como un restaurante y un hotel. Con estos antecedentes, el equipo creativo a cargo de la cuenta se abocó a la construcción de una identidad basada en tres aspectos fundamentales y determinantes: la situación geográfica, la bodega como tal, y el carácter artesanal de los vinos. ¿El resultado? Brutal.
Una etiqueta sobria, mínima, con apenas inscripciones, cuyo degradado de negro a blanco (con rasgos puntillistas) culmina en un troquelado que sugiere las escarpadas laderas que rodean los viñedos e instalaciones del cliente. Brillante. «El valor del terruño. Las características específicas del terreno, añaden a la etiqueta pinceladas de información extra», comentan desde Maba.
Este logrado skyline se prolonga a los corchos y a otros soportes como lapapelería corporativa, elementos de promción y otros. El proyecto cierra con el diseño de las cajas contenedoras para seis unidades. En negro mate y con el motivo estrella de cada composición brillando en la cara principal. «Una etiqueta que aspira a convertirse en la identidad de la bodega y su pequeño hotel. Un vino que comunica con el silencio, que defiende la microrreserva de la cual procede su uva. Un homenaje a un lugar a 708 metros sobre el mar, al valle entre las montañas de la Sierra del Carche, al perfil que dibuja la naturaleza a su alrededor. Sin artificios».