Sí, el cambio es posible y Fairphone nos marca el camino
A finales de la década del siglo XXI, cuando la oscura procedencia de algunas de las materias primas que dan forma y vida a los smartphones (tantalio, tungsteno, estaño, oro,..), era poco más que un mito incomodo, Fairphone hacia su primera llamada al mundo para exigir dispositivos electrónicos más justos: terminales que no solo hiperconectáran a sus usuarios con la red de redes, sino también, con las personas involucradas en todas las instancias de su diseño, desarrollo, fabricación y retirada de su vida útil. En definitiva, teléfonos social y económicamente justos para todos.
11 años después y pandemia planetaria de por medio, aquella iniciativa cuasinaïve del diseñador holandés Bas van Abel, ha presentado al mundo entero el Fairphone 4, la cuarta entrega de una exitosa saga que, en silencio, vela por aquellos que no tienen ni voz ni voto en la multimillonaria industrial de la electrónica de consumo. «Desde el abastecimiento de materiales sostenibles hasta la defensa del bienestar de los trabajadores, compartimos todos nuestros resultados abiertamente y definimos nuevos estándares para toda la industria. Al comprar un Fairphone, no solo estás comprando un móvil. Estás comprando algo más: un mensaje de que el cambio es posible y de que ya ha comenzado. Hoy. En tus manos», comentan desde la compañía.
De código y hardware abierto, el Fairphone 4 no tiene mucho —o nada— que envidar a productos similares firmados por los gigantes del sector. 5G, dos cámaras de 48 megapíxeles, carcaza de aluminio, pantalla de Gorilla Glass,… todo envasado en un cuerpo arquitectónicamente impoluto. «El Fairphone 4 es un teléfono hermoso y ético, diseñado para personas que quieren justo eso, un teléfono hermoso y ético».
Aunque Fairphone no debería ser la excepción, sino la norma de una industria que ha redifinido a la sociedad a nivel planetario, esta compañía que ya está presente en 20 países de todo el mundo, ha demostrado que el cambio no solo es posible, también es rentable.
Un último apunte: puedes hacerte con un Fairphone 4 por poco menos de 600 euros en este enlace.
Bien por Fairphone al marcar un camino distinto y mucho más congruente que el de Apple, que está perdiendo la magia. Su último iPhone no es innovador, cada vez está más claro que no es necesario gastar demasiado si quieres tener un buen teléfono.