Pasado, presente y futuro de la arquitectura china
El diseño de pabellones es un sector que a menudo nos regala verdaderas joyas de la arquitectura contemporánea. Imponentes obras de arte funcionales que por propio peso, terminan definiendo tanto al territorio que la contiene, como a su gente. En este sentido, Open, el galardonado estudio de arquitectura pekinés fundado en 2008 por Li Hu y Huang Wenjing, ha completado un potente proyecto en China que por sus características, situación y vuelo estético, ha conseguido elevar el listón en este particular ámbito.
Se trata de Chapel of Sound, un pabellón auditorio concebido para acoger conciertos, obras de teatro y otras formas de expresión donde una buena acústica sea innegociable.
Ubicado en una de las escarpadas laderas de Chengde (provincia de Hebei), famosa por albergar el mayor jardín imperial del mundo —Patrimonio de la Humanidad según la Unesco—, y con vistas a Gran Muralla, la propuesta de Open tenía que ser como mínimo, espectacular. Y sí, lo consiguieron.
El equipo a cargo de la cuenta, compuesto por Zhou Tingting, Fang Kuanyin, Huang Zetian, Lin Bihong, Jia Han, Chen Xiuyuan, Cai Zhuoqun, Kuo Chunchen y Tang Ziqiao, se decantó por celebrar su localización, formal y materialmente hablando. Efectivamente, un único volumen amorfo y semicubierto producido completamente en hormigón y cemento desnudo, casi estratificado, emerge de la nada para mimetizarse en un entorno paradisiaco cargado de historia.
Si los exteriores impresionan, los interiores no se quedan atrás, todo lo contrario, refuerzan la idea principal. Las gradas se desprenden de las paredes de forma orgánica, para culminar en un escenario de cemento alisado impoluto, iluminado magistralmente con luz natural durante el día, gracias a una abertura en el techo. «La luz solar viaja y se difunden a través de sus superficies ásperas y cavernosas. Cuando llueve, el agua puede entrar en la sala por el mismo lugar, cayendo al suelo en un espectáculo de meditación, antes de ser drenada por los canales del suelo. Y cuando no hay concierto, ni coros ni instrumentos musicales, los visitantes aún pueden venir y sentarse dentro del salón para escuchar en silencio el sonido de los pájaros y los grillos cantando, la suave brisa susurrando a través de las hojas cercanas o las gotas de lluvia golpeando. Dentro de este misterioso espacio, la naturaleza orquesta una sinfonía en constante cambio», comenta Wenjing.
Para cerrar habría que destacar el gran trabajo de iluminación. En un proyecto de este calado hubiera sido fácil pasarse de la raya pero la gente de Ning Field Lighting Design, los elegidos de Open para este trabajo, superior encontrar el punto de equilibrio perfecto entre forma y función. Brillante.