A por una red accesible, atractiva, funcional,… a por una Internet para todos
En poco más de tres décadas Internet ha pasado de ser un coto exclusivo para blogueros, informáticos y curiosos con mucho tiempo libre, a una suerte de universo paralelo en el que casi todo es posible y todo, al alcance de poco más que un puñado de clics.
Este cambio se ha notado especialmente en los últimos años, los nuevos modelos de negocio basados en la automatización de servicios, acompañados con el auge de las redes sociales y la explosión de los dispositivos móviles, ha creado una cultura del «hazlo tu mismo« sin precedentes que ha contribuido sustancialmente al crecimiento exponencial y evolución de la red de redes.
«Hoy más que nunca el sector necesita de profesionales que marquen la diferencia. Gente que sea capaz, desde la experiencia y/o la educación formal, de leer los designios de un escenario ultradinámico, casi impredecible»
Y si bien los beneficios de este fenómeno, como la democratización de la información, son incontestables, acarrean otras constantes que amenazan con convertir al mayor y más relevante invento de la humanidad, en un amasijo amorfo de pop-ups y botones disfuncionales, y es aquí, justo aquí, donde el diseño debe tomar la palabra. Vamos a ello.
Lo primero que hay que decir es que con cierto grado de razón, la gran oferta en herramientas y servicios actuales (plantillas prefabricadas, automatización de prestaciones, plugins, etcétera), puede fácilmente llevar a pensar al ciudadano de a pie o peor aún, a emprendedores o grandes ejecutivos, a que los diseñadores (gráficos, web, UX, UI,…) son poco menos que prescindibles. Por supuesto nada más lejos de la realidad. Hoy más que nunca el sector necesita de profesionales que marquen la diferencia. Gente que sea capaz, desde la experiencia y/o la educación formal, de leer los designios de un escenario ultradinámico, casi impredecible, para exprimir sus recursos y así sumar valor real, contribuyendo al mismo tiempo con la buena salud del ecosistema virtual planetario.
Por supuesto se trata de una problemática de insondables matices y aristas, que ocupa a legiones de pensadores y gurús tecnológicos en la actualidad y de la que muy pocos se arriesgan a aventurar un desenlace… mientras tanto, la única obligación del diseño y sus profesionales es, y solo es, la de diseñar. Lo dicho, a por una red accesible, atractiva, funcional,… a por una Internet para todos.