Con Paula Scher… nada podia salir mal, y así fue
Tala, una disruptiva compañía keniana que busca construir una oferta sólida de servicios financieros accesibles para personas tradicionalmente excluidas del sistema bancario del llamado “tercer mundo”, ha decidido contar con los servicios de Pentagram para dar el salto de calidad que necesitaba. El proyecto recayó en la sede neoyorquina del archifamoso estudio británico y, concretamente, en las manos de Paula Scher… nada podia salir mal, y así fue.
La propuesta del equipo a cargo de la cuenta se hizo fuerte en el folclore gráfico africano pero escapando con astucia de los habituales clichés propios de este mitológico continente. “Las formas geométricas de nuestro diseño están inspiradas en la arquitectura local de los mercados de Tala y sugieren los arcos y las puertas que los clientes atraviesan metafóricamente cada día a medida que Tala les abre nuevas oportunidades”, comentan desde Pentagram.
Lo que siempre sorprende de los trabajos de Pentagram es su efectiva sencillez. Todo parece fácil, casi obvio. Aahí radica su grandeza, su éxito.