Una de las cuentas de diseño y arte textil más atractivas
Sanna Gustavsson vive con su familia en Estocolmo y trabaja para una agencia de marketing digital de Suecia. “Textile of the day” (“El textil del día”), su popular y más que activa cuenta de instagram, es una iniciativa personal que hace en las noches o durante los fines de semana. En ella comparte creadores de diferentes técnicas y materiales textiles de todo el mundo.
“Estoy formada en estrategia digital, pero mi primera educación fue como tejedora y bordadora durante tres años. De hecho durante un tiempo trabajé como comisaria, artista textil y periodista freelance escribiendo sobre arte textil y artesanía, pero ahora trabajo con marketing digital para otros clientes. Aunque mi sueño es trabajar con esto a tiempo completo. Ojalá viniera una persona muy rica y me dijera: «Oye Sanna, lo que haces es muy importante para el arte textil. Aquí tienes algo de dinero para que puedas escribir y tejer”, cuenta divertida.
¿Por qué la cuenta? “En realidad quería comenzar una galería en mi ciudad, algo que es bien costoso para una tejedora. Por eso se me ocurrió comenzar por una galería de arte textil digital. Así empezó la cuenta. Quería mostrar al mundo todas las cosas asombrosas que incluye el arte textil/artesanía/craft. También era importante para mí integrar el arte textil, siempre infravalorado, en el mundo del arte. Realmente me gustaría cambiar eso. Y ahora me he dado cuenta de que llegó a mucha más gente que con una galería física. Aunque sigo queriendo eso también“, detalla.
Y continúa: “En la cuenta comparto arte textil contemporáneo de artistas de todo el mundo, en todas las técnicas y materiales. Yo los elijo y no se puede comprar en el feed. Más que nada, porque muchas de las obras que comparto son únicas. O sólo una pequeña colección. Eso también es importante para mí. Porque es lo opuesto a la moda y a la gran industria textil. Vivimos en un mundo en el que todo debería poder comprarse. Y realmente creo que todos deberíamos practicar para ver cosas que nos gustan y admiramos, sin tener la sensación o el impulso de comprarlas”, suma.
“Personalmente, también me di cuenta de que scrollear (desplazarme) por las redes sociales a menudo me hacía sentir improductiva, triste y fracasada. Como si los demás tuvieran una vida fantástica y yo me quedara atrás. Pero cuando cambié por cuentas de arte y diseño, los sentimientos cambiaron a la inspiración, la creatividad y la felicidad. Ver arte todos los días me hizo y hace bien”, señala.
Además, cuenta, recientemente tiene mensajes de emprendedores y artistas sobre cómo hacer como iniciar una cuenta. Por lo que en breve espera poder iniciar algunos coachings para nuevos artistas y estudiantes y comisariar exposiciones con artistas contemporáneos de fibras.