Como todos los abriles en el calendario del diseño internacional, Milán con su feria del mueble y los eventos aledaños, es la meca. El lugar donde hay que estar.
Para los países de la periferia, el esfuerzo así como las ilusiones son muchas, por eso algunos intentan aunar recursos para poder llegar. Sobre todo en pos de conquistar mercados ávidos por lo que se entiende como “el nuevo lujo”, esto es, piezas hechas a mano, con materiales nobles y respetando los principios del Comercio Justo. Diseño con identidad, que de cuenta de la magia de su lugar. En este caso el sur del mundo, donde los cielos no pueden ser más azules y los tintes de los cerros de más de 20 colores se cuelan en los tejidos.
Tal el caso de la etiqueta de textiles andinos Illari Puna, de la jujeña Magdalena Sánchez de Bustamante (provincia al norte de Argentina) quien viajó a exhibir sus piezas de lana de oveja y llama en el espacio curado por Mosca Partners, en el barrio de Navigli.
Así, con curaduría de los arquitectos Roxana Punta Álvarez y José Luis Zacarías Otiñano y la organización de la Revista DyD y Unión.e , presenta su colección Willka Hilos Sagrados. Una serie de alfombras, ponchos y almohadones, todas piezas únicas hechas a mano.
“Illari Puna es un proyecto que nació hace 20 años en el norte argentino, que combina el desarrollo rural con identidad cultural y una mirada empresarial. Buscamos crear un sistema sostenible que articule a los productores de camélidos y ovejas, y artesanas de los pueblos originarios, con mercados conscientes. Se inspira en el encuentro entre la demanda dinámica contemporánea global y la producción tradicional sostenible hecha a mano, de las culturas andinas”, adelanta la diseñadora.
“Actualmente —continúa—, nuestro emprendimiento tiene construida una red de productores, artesanas y diseñadores, por eso intentamos que nuestro mensaje sea claro. Que cada persona sienta que puede colaborar en la disminución de la desigualdad social, la pobreza, la equidad de género, el respeto a la diversidad cultural y el calentamiento global especialmente por la crisis del agua”, remata Magdalena.