Hahn Made, textiles que reviven a través de los más increíbles tintes a mano o enmiendos que se hacen visibles para dar cuenta del camino recorrido
Todos estamos hechos de historias. Cuando estas se cuelan en el diseño, lo hacen definitivamente único.
Traductora de inglés y fotógrafa de moda de profesión, según cuenta, tenía como pendiente o pulsión vital: el textil. De herencia artística, muchos pintores en la familia, con una mujer en especial, su abuela alemana (la Hahn) nacida en Hamburgo pero radicada en Río de Janeiro, de la que tomó no sólo todo su rico ADN estilístico sino más que acorde para su emprendimiento, su apellido. Y así se lanzó con su etiqueta Hahn Made.
Hablamos de la argentina Carolina Vidal Hahn y su línea de textiles en las más asombrosas paletas de colores que ella misma tiñe, sobre todo en linos, a mano. Y de la otra parte de la colección, prendas antiguas que rescata a través también de exquisitos tintes y de costuras, bordados, apliques o remiendos, a la vista.
“Luego de dedicarme a la maternidad (tiene cuatro hijos), trabajos como fotógrafa de moda en tiempos de la cámara analógica y algunos proyectos que no me interesaban, me lancé un día como poseída a fotografiar flores de un jarrón de casa en sus diferentes estadios de descomposición. Si hoy pienso, mi hilo conductor, ha sido siempre lo melancólico pero con toques oscuros. Volviendo a la composición de flores, enseguida supe que las quería transferir, estampar en tela. Convertirlas en grandes tapices. Ahí comenzó el desafío. Tomé distintos talleres en el Museo de Arte Decorativo de Buenos Aires con grandes maestras como Constanza Martínez y Rosa Skific, como los de Serigrafía a contramano y de animarme al error o el miedo a que se arruinaran –algo que a mi me angustiaba- salió mi actual producción. También del espíritu de mi abuela alemana, que aprendió a pintar a los 50 años, justamente, flores y fue un suceso increíble, Margarita Hahn Vidal”, adelanta.
¿La ropa? “Ni se como empezó. Yo estaba abocada a los tapices. Antes de la pandemia, vi un local cerca de mi casa, en el Pasaje Libertad, y me decidí a alquilar. De nuevo fue un impulso y por otro lado un lugar muy familiar para mí porque ahí iba de chica a comprar calcomanías a una librería, la Sarmiento. Corría el 2017 y empecé a hacer desde almohadones a pies de cama teñidos, además de prendas básicas. A las que sumé el vintage, el reciclado de piezas antiguas, algo que siempre me apasionó, tiñéndolas y arreglándolas pero desde hacer los defectos de algún modo visibles. Particularmente ese trabajo de dar larga vida, que se une con técnicas ancestrales como la japonesa del Boro y Sashiko creadas justamente en tiempos de guerra para que las prendas perduraran, donde el remiendo esta visible. Es una marca, una huella de vida. Como la arruga de mis linos”, continúa Carolina que ama, según cuenta, como cada una de sus piezas –desde sacos, pasando por vestidos, pantalones, abrigos y ahora bellísimos kimonos- muestran su camino.
“Básicamente somos un grupo de artistas y artesanas que trabajamos mancomunadamente para crear piezas únicas; pensadas y elaboradas sin apuro. Sólo con la premisa de entregar un producto terminado generado cuidadosa y amorosamente. Son dos colecciones distintas, que conviven armoniosamente, combinándose entre sí a la perfección. HahnMade Collection está formada por piezas que parten de alguna moldería vintage y que se modifican en algunos casos para actualizar a líneas más modernas. Cada una es confeccionada en blanco para luego ser intervenida con colores y estampas a mano, según lo que se busca como resultado final. Mientras que HahnMade Vintage Upcycled reúne aquellas reliquias de otros tiempos que llegan a nuestras manos para ser restauradas. Se analiza cada caso y se interviene pensando en lo que le viene mejor a cada una. ¿Qué hace que tener un HahnMade sea especial? Que cada producto que ofrecemos es realmente único. Ya que se concibe como “uno” y no “unos” en masa y todos juntos, iguales y en serie. Se corta de a uno. Se cose de a uno. Se tiñe de a uno. Se estampa de a uno. Porque al final de cuentas, se concibe para un ser único”, remata.
Por último nos cuenta que a la nueva colección la apodó “Espera”. También está llena de bellos remiendos y tintes y sin dudas habla de ella. La que acunó y llevó en su corazón y mente durante muchos años este proyecto.