Las Iskin Sisters están de festejos. Innovación, buena factura y gestión que les vale estar hace 20 años con “accesorios que visten” en las tiendas de los museos y galerías más importantes del mundo
“Viente años no es nada”, entonaba Carlos Gardel en el tango Volver, y sin dudas eso nada tiene que ver con ser un emprendedor de diseño en la Argentina, donde perdurar es hazaña de unos pocos.
Las Iskin Sisters -Gabriela y Karina- no sólo lo lograron (cumplen 20 años este 21 de septiembre) sino que llegan a este festejo de aniversario en constante expansión y crecimiento con base en ambos lados del charco (Argentina donde nacieron y España donde se radicó hace cinco años Karina) hacia todo el planeta.
Es que cuando comenzaron, recuerdo que su sueño era poder estar en las tiendas de los museos más prestigioso del mundo. Al poco tiempo de iniciar su carrera, gracias a un diseño innovador y sobre todo una factura exquisita y packaging y gestión cuidada (sus clientas, por ejemplo, aseguran que no hay nada como sus cierres magnéticos, hallazgo de diseño para el universo de los collares, brazaletes y aros) llegaban al Moma y de ahí a una lista interminable de instituciones de arte alrededor del globo.
Hoy, que las colecciones se renuevan cada seis meses, se acumulan a cual más linda, versátiles y absolutamente adaptables a los distintos cuerpos. “Piezas que visten” como también muchas clientas las describen, que explotaron en la pandemia con la venta on Line, y que al mercado americano sumaron el europeo, las entrevistamos, para saber alguna de las claves de su sostenido éxito.
¿Hacia dónde fue evolucionando la marca en los últimos años? ¿Técnicas, materiales diferentes, tipologías?
En los últimos años, Iskin Sisters ha evolucionado hacia una mayor diversidad tanto en técnicas como en materiales. Aunque mantenemos nuestro compromiso con los materiales que nos caracterizan, como el acrílico y el cuero, hemos explorado nuevas formas de combinar procesos industriales con técnicas artesanales para optimizar la producción. La idea siempre ha sido mantener nuestras piezas livianas y cómodas, ideales para viajar, sin sacrificar el diseño. También hemos integrado nuevas tipologías como indumentaria, siempre con nuestro enfoque en el arte y la practicidad, y, por supuesto, manteniendo la esencia de hacer piezas versátiles y atemporales. Además, nuestra evolución no sólo ha sido en términos de producto, sino en la construcción de una comunidad de mujeres. Hemos fortalecido el equipo, compuesto exclusivamente por mujeres, y trabajado estrechamente con artesanas locales. Creemos firmemente en la hermandad y en el poder de apoyarnos mutuamente, y este valor se refleja tanto en nuestras creaciones como en la forma en que trabajamos. Nos llena de orgullo que nuestras piezas, más que seguir una moda, se conviertan en un vehículo para expresar la autenticidad y creatividad de cada mujer.
¿En qué influyó la venida a Madrid? ¿Nuevos mercados, diseños?
Con Kari instalada en Madrid, logramos expandir significativamente nuestra presencia en Europa, ya que Estados Unidos fue siempre nuestro mercado más importante. Con una base sólida, nos hemos dedicado de lleno a desarrollar el mercado, consiguiendo puntos de venta en diversos países. Nuestras piezas se encuentran en tiendas icónicas como el Tate Modern de Londres, el Leopold Museum de Viena, el Bauhaus Museum en Dessau, así como en varios concept stores y galerías de España, Irlanda, Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Italia, Estonia, Suiza, entre otros. También hemos participado en varias ediciones de la feria internacional Maison & Objet, lo que ha sido clave para el crecimiento de nuestro mercado. En España, además de estar presentes en la tienda del Museo Reina Sofía en Madrid y en La Pedrera en Barcelona, contamos con otros seis puntos de venta. Además, vendemos internacionalmente online y estamos entusiasmadas con la posibilidad de abrir una tienda propia en Madrid para seguir expandiendo nuestra presencia en Europa.
¿Cómo ven actualmente al mercado de la joyería contemporánea?
El mercado de la joyería contemporánea sigue siendo un espacio lleno de posibilidades, aunque más competitivo. Nuestro sueño de estar en tiendas de museos fue un hito que logramos relativamente rápido, con presencia en lugares icónicos como el MoMA y el Guggenheim. Pero nuestra meta no se ha detenido ahí. Hoy, buscamos que nuestras piezas sigan siendo un reflejo del arte y la identidad personal. A medida que evolucionamos, las colaboraciones con artistas y proyectos como «Unidas por el Arte» (cada una de nuestras piezas está acompañada por una lámina exclusiva con una obra de arte que elegimos especialmente para compartir con nuestra comunidad) nos motivan a seguir expandiendo nuestra propuesta. El mercado está en constante cambio, pero nuestra esencia de crear arte que las personas puedan vestir sigue siendo nuestro motor.
¿Cómo ven al mercado europeo?
El mercado europeo es diverso y muy receptivo. Es un público que valora el diseño único, el arte detrás de cada pieza y la historia que las acompaña. Aquí, las clientas buscan más que un accesorio; buscan piezas con alma, que las conecten con algo más grande, y es exactamente lo que ofrecemos. Además, Europa tiene una rica tradición de apreciación por el diseño y la moda, lo que nos ha permitido crecer con fuerza y conectar con tiendas especializadas, museos y concept stores.
¿Y las clientas?
Nuestras clientas son mujeres únicas, auténticas, que valoran el diseño y buscan algo más que moda. Quieren piezas que cuenten una historia, que sean versátiles y, sobre todo, cómodas. Es un público sofisticado que entiende y aprecia el arte, y que busca reflejar su personalidad a través de los accesorios que elige. Nos encanta que nuestras clientas no solo busquen una joya, sino que quieran formar parte de una comunidad que apoya el arte y la creatividad.
¿Cuál creen que ha sido su secreto para mantenerse tanto tiempo y crecer con lo que esto cuesta a las marcas de diseño de todo el mundo?Nuestro secreto ha sido, en primer lugar, no bajar los brazos cuando las cosas se ponen difíciles. Sabemos que cada desafío y cada momento de incertidumbre trae consigo una oportunidad de aprendizaje, y hemos aprendido a ver las derrotas como lecciones. Nos hemos enfocado en hacer las cosas bien, con dedicación y atención a cada detalle, y sobre todo con pasión por lo que hacemos. Además, siempre hemos mantenido nuestra identidad, sin dejarnos llevar por tendencias pasajeras. Creemos en la creación de productos atemporales, que no sólo acompañen a nuestras clientas en el presente, sino que sean parte de sus historias a lo largo del tiempo. Este compromiso con la calidad y la autenticidad ha sido clave para nuestra evolución y permanencia.
Otro aspecto fundamental ha sido el equipo que hemos construido, compuesto íntegramente por mujeres, y la red de apoyo que hemos creado en torno a nuestras artesanas locales. Trabajamos juntas, con una visión compartida, y eso fortalece cada aspecto de nuestra marca. Al final, la pasión y el amor por lo que hacemos son lo que nos impulsa a seguir creciendo y mejorando.
Y para sumarte algo más…Nuestro proyecto «Unidas por el Arte»ha sido una de las formas en que hemos profundizado nuestra conexión con el arte. Este proyecto, que promueve a mujeres artistas argentinas, refleja nuestro compromiso con la creatividad y la colaboración. Nos gusta pensar que nuestras piezas no son solo accesorios, sino que llevan consigo una parte de nuestra cultura y el trabajo de nuestras artistas.
Para más info sobre el proyecto «Unidas por el Arte», ver aquí.