“Desde Illaripuna conectamos la valiosa producción de textiles de estas comunidades con clientes conscientes que valoren piezas únicas de gran calidad, hechas a mano, elaboradas con materia prima que provienen de camélidos que consumen muy poca agua”.
Ayer, 8 de diciembre por ser el día de la Virgen, en muchos países del mundo, pero sobre todo en Latinoamérica, se comenzaron a decorar los hogares para estas fiestas que se acercan. Esto es, arbolito, luces, pesebre y compañía.
La antropóloga y diseñadora argentina, Magdalena Sanchez de Bustamante, fundadora del emprendimiento ambiental y socialmente sustentable Illaripuna, crea mantos bordados a mano por artesanas de la provincia de Jujuy, en el Norte argentino, a cual más lindo por sus colores, técnica y materiales -lana de oveja y llama-, pero sobre todo por su significado.
Es que los textiles andinos siempre han tenido y tienen poder de talismán. Son piezas que protegen y abrigan el cuerpo y la casa, pero sobre todo, el alma.
Magdalena Sanchez de Bustamante, mujer andina, hija de una estirpe ocupada en valorizar su lugar, lo sabe desde pequeña. Es por eso que enseguida tornó sus estudios en práctica, fundando una marca en la que trabaja codo a codo con artesanas de la Puna y los valles. Comunidades indígenas del altiplano argentino, para revalorizar estos tesoros textiles y perpetuar esta magia. A la vez de generar ingresos para no abandonar el lugar y seguir perpetuando este saber hacer inigualable.
“Los pueblos indígenas que habitan el Altiplano (a más de 3.500 m.s.n.m.) desarrollaron un conjunto de conocimientos que les permitieron habitar de manera sustentable en zonas de extrema aridez. Son excelentes tejedores y criadores de camélidos, especialmente llamas: animales adaptados a estas regiones, que consumen poca agua y se alimentan de pasturas naturales”, nos adelanta. “Por diferentes causas, continúa, muchas familias indígenas viven en una situación de pobreza estructural que paulatinamente los obligan a abandonar sus formas de vida, perdiendo irremediablemente saberes de gran valor, además de su lugar en el mundo”, continúa.
Por eso, ella que es de allí, asumió el compromiso de generar un cambio: “Desde Illaripuna conectamos la valiosa producción de textiles de estas comunidades con clientes conscientes que valoren piezas únicas de gran calidad, hechas a mano, elaboradas con materia prima que provienen de camélidos que consumen muy poca agua”.
Además, los textiles andinos, cuentan historias, amores, ritos, mitos… que se cuelan en las casas encantando el cotidiano.