El oficio de crear piezas mágicas
Hay gente que hace magia con todo lo que toca. Cuando eso sucede, al común de los mortales no queda más que maravillarnos en la contemplación.
En el Sureste de Inglaterra, una dupla, que es pareja, estudio, emprendimiento, workshop y residencia de artesanía y diseño, los Studio Amos, cultivan y cosechan sus propios materiales locales para fabricar todo tipo de objetos -desde cestas funcionales hasta iluminación e instalaciones a gran escala- que nos dejan boquiabiertos.
Se trata de Annemarie O’Sullivan y, Tom Mcwalter quienes desde hace tiempo y con una maestría absoluta doman fibras vegetales, sobre todo sauce. Su estudio, herramientas y el entorno donde trabajan y viven también parecen de cuento. Pero uno contemporáneo, porque si bien en muchos casos apelan a las viejas técnicas de la cestería, sus piezas son de lo más osadas. Serpenteantes, orgánicas y en muchos casos, gigantes. Así las cosas, Annemarie es el alma mater y la experta en draft, mientras que Tom además de diseñador es el arreglatutis. Ambos, amantes de la naturaleza y la vida al aire libre.
“Amamos y respetamos la variación natural que se produce en el sauce que cultivamos. El color de una varilla de sauce fluctúa a lo largo de su longitud y, de hecho, de una hilera a otra. El mismo sauce puede tener un color y un tono diferentes de un año a otro. Esto significa que, aunque trabajamos con diseños y escalas específicos, nunca hay dos piezas iguales. Lo celebramos y esperamos que otros lo hagan”, destacan.
Encargos y colaboraciones de todo tipo es lo que más disfrutan hacer, además de piezas emblemáticas que venden desde su web como todo tipo de bellísimos canastos, luminarias y hasta accesorios de cocina en fibras. Además de dictar diferentes talleres donde la consigna principal pasa por “Pensar con las manos”.
