A mi amigo el maestro de la Analogía, Benigno M. González
La ciencia se fundamenta en modelos teóricos y abstractos, fruto de la investigación y la imaginación creativa de los científicos para el estudio de fenómenos invisibles y de los que habitualmente no tenemos ejemplos perceptivos en el entorno. Por eso, muchos de estos científicos (Einstein, Rutherford, Huygens, etc.) han propuesto modelos de comprensión ayudándose de la analogía o del razonamiento analógico.
Es por eso que la visualización de modelos no solo está presente en la difusión, la formación y la información gráfica, sino que también ha estado y está presente en el descubrimiento científico. En la divulgación científica entre públicos no especializados, y en didáctica, la analogía visual es el medio más eficaz para la comprensión de problemas complejos.
Para Leibniz, “la analogía es el gran factor del progreso científico” (Leibniz había construido ¡en el siglo XVII! Una máquina de calcular).
Del ana-logos latín, “analogía” significa “más allá”, “por encima” como superación del logos (concepto y palabra). Hablando en plata, la analogía es la semejanza o correspondencia entre dos realidades diferentes pero que poseen características comunes. Pero no se trata de semejanza formal o aparente, sino estructural y funcional entre ambas realidades dispares. Conociendo previamente por experiencia empírica un sistema A, se comprende por analogía el sistema desconocido B.
El ejemplo más simple es el del niño que ha visto cómo el motor de una bomba extrae y distribuye el agua por los surcos en el riego de un campo de cultivo. A partir de esta experiencia entenderá, por analogía, el esquema del bombeo del corazón y el riego sanguíneo en su propio cuerpo. Apenas se necesitan palabras. Comunicación visual pura.
La especificidad de la analogía radica en un aprendizaje que se obtiene sobre otro aprendizaje anterior y diferente, que sirve de referencia. Todo lo contrario de los métodos abstractos basados en la interposición de símbolos, como el lenguaje, la escritura y los números. La analogía es el fundamento de los métodos de simulación empleados en tecnología, en economía, en esquemática y en la formación de equipos profesionales.
Los más conocidos de estos modelos son: los modelos a escala, los modelos analógicos, los modelos matemáticos, los modelos teóricos, los arquetipos, las fórmulas químicas y los mapas y diagramas. En estos últimos (como en los algoritmos) se visualizan estructuras y rutas. Ejemplos de ellos son los mapas del tiempo, diagramas de flujos, de circuitos eléctricos, rutas metabólicas, iterativas y estructuras de los sistemas nerviosos y circulatorio.
Por tanto el pensamiento «analógico» permite establecer las ínterrelaciones de ideas que nos acercan al sistema que tiene nuestra mente cuando crea algo nuevo, mediante la comparación de algo ya concebido o algo que quizás tenga otra utilidad o finalidad. Por ejemplo; muchos conoceréis los batidores de claras de huevo para hacer tortillas o cremas con su forma característica, son hechos de alambre de acero en forma abombada en diferentes direcciones (para que pasen los líquidos al removerse) y un mango para asirse y hacer el batido. Tiempos después se hizo el mecánico con una rueda dentada y una manivela para mover dos aspas que reemplazaban los alambres, finalmente a ese se le puso un motor eléctrico y su us se hizo generalizado en la cocina.
El batidor mecánico de rueda dentada se parece a una bicicleta, a alguien al verlo se le ocurrió que una bicicleta podría mover aspas para trasladarse en el agua y así nació una bicicleta acuática.
Vale decir una idea surge de otra cosa que por analogía se ínterrelaciona sin estar directamente involucrada a la misma función. Hoy en día la microbiología utiliza partes cinéticas de otras células para transportar o realizar tareas dentro de otras células mayores se logra construir milimétricos «robots vivos», ensamblados a partir de células de ranas y que podrían servir para suministrar medicamentos, limpiar residuos tóxicos o recoger microplásticos en los océanos.
La capacidad de descubrir relaciones entre experiencias antes no relacionadas, propone nuevos esquemas mentales, como experiencias, ideas y procesos nuevos dice Paul Matussek (1977: 12) Es decir, crear algo nuevo de algo ya existente o análogo. La capacidad de encontrar relaciones entre objetos dispares o experiencias manifiesta una capacidad de pensamiento divergente para crear.
Joan Costa define la creatividad o acto «creativo» como “la aptitud para combinar conjuntos originales a partir de elementos preexistentes». Combinar lo que ya es conocido para obtener algo nuevo. Por tanto como (Moles y Caude, 1977: 11) exponen que la creatividad es un proceso esencialmente combinatorio. Al encontrar un objeto, forma, espacio sugerente el pensador divergente establece una relación análoga a algo existente para «inventar» El batidor mecánico sugiere una nueva forma de mover las palas de la bicicleta acuática. Sin el batidor inventado el pensador divergente hubiera tomado otra vía relacional para combinar y alimentar el proceso de crear algo nuevo acorde a la solución.