Una pregunta que inquieta al mundo entero. El noruego Finn Kydland, premio Nobel de Economía e investigador de la Reserva Federal de EE. UU., ha estudiado el caso español. Kydland, buen conocedor y asiduo visitante de Barcelona, ha sido entrevistado por Lluis Amiguet para La Vanguardia. Kydland habla claro. Aquí va una síntesis en 10 puntos de sus jugosas declaraciones para los amigos de Experimenta.
• Si preserva su capacidad de innovar, España saldrá reforzada de esta pandemia.
• La clave tras esa pandemia es mantener el capital humano: si el confinamiento no lo destruye, la recuperación será rápida.
• Esto es decisivo ahora mismo. Porque el virus no ha sido un terremoto; no hay que construir puentes ni carreteras. Siguen ahí.
• De lo que hay que preocuparse es de tener instrumentos financieros para que llegue la liquidez a todos, y que permitan que toda la capacidad de innovación permanezca intacta cuando el virus remita.
• Y eso depende de que el parón no sea tan largo que se pierdan esas habilidades productivas y de que las medidas de liquidez hayan sido suficientes.
• En esencia, eso no es diferente en cada sector, sea un bar, un laboratorio farmacéutico o de alta tecnología: son cadenas que generan valor.
• Cualquier empresa -desde un bar a una consultora de ingeniería- depende, sobre todo, de su capacidad de innovar y competir. La productividad de un país no es más que la de todas sus empresas sumadas.
• Pero ese bar, ¿continuará teniendo las mejores croquetas de jamón cuando vuelva a abrirse? Pues el dueño no ha podido pagar sueldos y despidió al cocinero experto y a los camareros simpáticos y perdió a los proveedores… Y cuando, al fin, reabre también los clientes dejan de ir porque han perdido el valor que les daba.
• La llave es retener el know how; el saber hacer y eso también incluye el de toda la cadena de valor: el cocinero, los camareros, el proveedor que le vende ese jamón… Y el saber elegir de esos clientes que aprecian esas croquetas y las pagan.
• Una aeronáutica no es diferente de un bar: es otra cadena de valor. En vez de jamón hay ingeniería: y si por culpa del confinamiento los mejores ingenieros de la aeronáutica se van a Alemania, entonces se acabó la empresa y se acabó España.La enemiga de la prosperidad es la incertidumbre que genera la mala política.
¡Gracias, Kydland, gracias Amiguet!