Hay que empezar a prepararse. En estos momentos en que todo está cambiando y no tenemos ni idea de lo que va a venir, se hace más actual y profético el manifiesto del artista Jean Dubuffet, padre y activista del “art brut”.
Hay manifiestos célebres e influyentes en el mundo del arte, como el Futurista, Dadaísta o Surrealista. El de Dubuffet es mucho menos conocido y también más universal porque no se limita al arte. Se titula Asphyxiante culture y fue publicado en Paris en 1968 por J. J. Pauvert. Copio un fragmento:
“En las escuelas, enseñaría a cuestionar todas las ideas recibidas, todos los valores reverenciados; denunciaría todos los mecanismos de nuestro pensamiento donde el condicionamiento cultural interviene sin que nos demos cuenta, limpiaría así la maquinaria del espíritu hasta su desoxidación integral. Vaciaría las cabezas de todo el fárrago que las atiborra; desarrollaría metódicamente y mediante ejercicios apropiados, la vivificante facultad de OLVIDAR”.
En su Biografía a paso de carga (Madrid, Síntesis, 2004), escribe:
En mi pequeño taller (…) abordaba mi nuevo trabajo de pintar desde una posición desconocida hasta entonces. Arrumbada toda aspiración a hacer carrera y cualquier preocupación por su mérito, aspiraba solamente a que me sirviera como distracción de diletante. Por otro lado, mis puntos de vista y mis criterios sobre el arte habían cambiado. Cuestionaba todos los valores y la creación artística me parecía que no necesitaba de esa destreza que me había esforzado tanto en adquirir. Al contrario, se me antojaba más auténtica y más eficaz si tenía la huella de la fácil desenvoltura y sus recursos eran más sencillos, más escuetos. Me interesaban los dibujos de los niños. Por primera vez me di carta blanca por completo para pintar con absoluta libertad (…) experimentando en todos los sentidos e incluso preferentemente contra el sentido común.