El significado de mi columna precedente (27-09-21) sobre “cosas del mundo y de la vida”, quedaba abierto a la interpretación de las lectoras y lectores. La pregunta que dejaba en el aire era ¿por qué los humanos no cesamos de producir y consumir imágenes?
La primera razón es por la necesidad vital de comunicarnos. La segunda es porque los humanos somos seres visuales. Por esos dos motivos, la civilización humana experimentó dos cambios fundamentales desde sus inicios. El primero fue la invención de la Imagen. El segundo, la invención de la Escritura.
Pese a la distancia entre los dos acontecimientos (la imagen nació hace 450.000 años y la escritura, hace 6.000 años), ambos modos de representación tienen la misma causa común: la capacidad humana de producir pensamiento simbólico. Es la misma causa que, con toda su plenitud, dio nacimiento al Lenguaje hace 100.000 años.
Pero la imagen y el lenguaje, además de su causa común en el pensamiento simbólico, tienen también otro rasgo formal en común: la imagen dio nacimiento a la escritura. De la Imagen surge el Signo. La primera se basa en la imitación, el segundo en el pensamiento.
En el momento en que el signo gráfico hace visible los sonidos del habla, imágenes y signos constituyen los fundamentos de nuestra cultura visual.
Pensar el mundo y representarlo
Con el desarrollo sucesivo de las imágenes, signos y sistemas codificados de signos, la imagen se afirma como paradigma de la Representación.
Es por esta capacidad que nosotros podemos representar lo real y lo irreal, lo visible y lo invisible, las sensaciones y las ideas, lo evidente y lo imaginario, lo cierto y lo falso, así como los significados, las magnitudes del volumen, el peso, las distancias y el tiempo, los fenómenos y los valores.
Nuestra cultura visual se fundamenta en la imagen, el signo y el símbolo. Los tres lenguajes o modos de expresión y de comunicación que los humanos disponemos, además de los gestos, la comunicación no verbal, el tacto y el contacto interpersonal, y la empatía.
Los avances tecnológicos en la comunicación, conforman a la sociedad, hacen más interdependientes a sus miembros pero también más controlables y menos libres. Sin embargo, sin las imágenes, la escritura, los sistemas numéricos, matemáticos, algebraicos y los esquemas algorítmicos, todos derivados de la imagen y del signo, hoy no estaríamos en la era digital.