Milán es una ciudad en la que fijar el límite de edad que diferencia la juventud de la madurez resulta casi imposible.
Pongamos un ejemplo práctico para explicar a lo que nos estamos refiriendo. En un apartamento compartido por tres jóvenes profesionales encontramos la siguiente situación: Uno ha estudiado bellas artes, tiene 28 años y aún hace prácticas en una galería de arte porque se le considera demasiado joven para hacerse cargo de una galería por si mismo, otro es modelo, tiene 24 años y algunas de las firmas más famosas que le impulsaron en la escena milanesa ya no le contratan porque es demasiado mayor, el tercero tiene 30 años y es arquitecto, o eso dice su título universitario, porque en lo que a la búsqueda de trabajo se refiere, parece ser que si no tienes un buen número de años de experiencia no optas a los puestos de arquitecto.
Y yo me pregunto, ¿Se puede llegar al “estatus” de arquitecto antes de los 40? La respuesta parece ser afirmativa, es más, parece ser que dentro de la especie del homo arquitectus se nos considera especialmente jóvenes. Esta reflexión surge después de visitar la exposición proyectos de jóvenes arquitectos italianos, inaugurada el jueves pasado en el pabellón satélite de la Triennale de Milán – Triennale Bovisa (aunque sita en la periferia milanesa, se encuentra a unos 10 minutos en tren de la sede principal) que recoge 80 proyectos de arquitectos italianos menores de 40 años.
Entre los 80 proyectos seleccionados encontramos algunos tan ingeniosos e interesantes como la Eco-Cúpula de bambú del arquitecto Mauricio Cardenas Laverde, en la que el bambú viene utilizado a forma de listones unidos por juntas de acero y neopreno creando una geometría geodésica compleja (la estructura puede resistir una carga de hasta 30 veces su peso), ligera, versátil y moderna.
Cristales modelados con la posibilidad de integración de paneles fotovoltaicos y módulos de tejido traslúcido completan la cubierta. La cúpula fue presentada dentro de los eventos que dan vida al fuorisalone en la semana del diseño milanés.
El estudio Traverso/Vighy presenta un particular proyecto de adaptación de una arquitectura existente en estudio para un diseñador en Vicenza, Italia.
Estructuras nuevas que transforman un pequeño edificio de los años 50 el cual mira de forma privilegiada al verde urbano que recorre la orilla del río. Los cuerpos adjuntos entran en contacto físico con el edificio existente modificando la organización interna.
La exposición está compuesta por una serie de estructuras modulares hechas con barras de acero de construcción en la que cuelgan los paneles que muestran los proyectos, así uno de los elementos más comunes de la construcción se convierte en el hilo conductor de la red que liga el trabajo desarrollado por los diferentes autores.
Recorriendo los pasillos creados por estas estructuras de acero encontramos un proyecto particularmente interesante construido en España. Se trata del pabellón y jardín en Monjuic, Bacelona, del estudio Fondarius Architecture.
Un sistema de plataformas es el punto de partida del proyecto.
Dos muros abrazan el jardín, uno antiguo, construido a forma de muralla con la típica piedra del lugar, y uno nuevo de pizarra que reviste el volumen de la construcción existente.
El pabellón es descrito por sus autores como ligero, diáfano, abierto completamente hacia la ciudad, transparente de forma y materiales, aún cuando la presencia de un gran salto en la cubierta y de un muro ciego que contiene todas las instalaciones transmiten protección e intimidad.
Con un par de horas entre los proyectos de estos jóvenes arquitectos comprendemos que la arquitectura es una profesión que requiere de años de experiencia, pero que desde el inicio de su práctica genera ideas y proyectos muy interesantes.
La exposición permanece abierta al público hasta el 9 de Enero de 2011.
Junto con la exposición tendrán lugar una serie de conferencias y la publicación de dos volúmenes del libro “Progetti di giovani architetti italiani”.
Para más información: http://www.bovisa.triennale.org/
Fotografías de Alfonso Martínez Vega + Area prensa de la Triennale.
Gracias a la Triennale por su colaboración.
Estoy totalmente de acuerdo con la relatividad de la edad. El ejemplo que pones es totalmente clarificador. Si a esto se le añade la relatividad de la edad en cuanto a la apariencia, la ecuación se complica y se vuelve interesante. Hay una relación directamente proporcional entre edad y posibilidades de contratación? Es una función lineal o hiperbólica? Al final, mientras somos jóvenes parece que hay que aparentar más edad? Pero no es lo contrario de lo que nos venden en la tele? Al final, habrá que pedir que hagan cremas pro-edad en lugar de anti-edad.. Madre!! Que lio de rutina de belleza!!
¿Cremas pro-edad? sí, pero con efecto reversible porque la edad juega en nuestra contra en los inicios profesionales pero también cuando nos acercamos al final de nuestra carrera.
En el caso concreto de la arquitectura pienso que el problema radica en la casi imposibilidad de haber acumulado el conocimiento suficiente y la madurez profesional que permiten proyectar con un criterio justificable. Si a esto le añadimos la rápida evolución de los materiales y técnicas de construcción, como tú bien dices, se nos complica la ecuación.
Gracias por compartir tus opiniones, muy interesantes.