Domingo 17 de Abril de 2011. 10’30am – algo me impide pensar con claridad, intento intuir a qué hora me fui a la cama anoche pero no lo consigo. Tampoco consigo recordar exactamente lo que pasó el día anterior. Abro un ojo que percibe sufridor un rayo de luz proveniente de las rendijas dejadas por las persianas cuando no se bajan del todo y me doy cuenta: Tengo resaca. Resaca de una semana entera de eventos relacionados con el diseño. Desde el Mueso temporal del Superstudio que visitamos el lunes, escapándonos del trabajo en el estudio de arquitectura a la hora de comer con la excusa de tener que hacer unos recados, pasando por la visita al Salón del Mueble el martes, la fiesta de lanzamiento de una nueva revista el miércoles, el paseo por los showrooms del centro el jueves, la tarde pasada en grata compañía entre las galerías de la Triennale del viernes, hasta el atracón final de ayer, sábado. Me propongo escribir sólo unas líneas que resuman junto a numerosas imágenes lo que fue el día más intenso de esta semana del diseño de Milán que llega a su fin mientras algunos seguimos ebrios por el exceso de esta droga de diseño.
Sábado 16 de Abril de 2011. 10’00am – numerosos los estudiantes y profesionales que nos dimos cita en la sala Agora de la Triennale (al interno del Mueso del Diseño) para escuchar la conferencia del arquitecto Mario Bellini, quien después de un par de horas repasando su trabajo desde los años 60 hasta hoy, desató una gran ovación debida a la emoción que nos produjo a los asistentes el revivir, de la mano de uno de los maestros, la evolución de la arquitectura y el diseño en el último medio siglo.
Mario Bellini (en pie). Letizia Moratti (alcaldesa) sentada en segundo plano entre el director de la Triennale y el asesor de cultura.
Hacía las 13’00 la “super chic” alcaldesa de Milano nos invitaba a un aperitivo que fue seguido de un buen café italiano en el jardín de la institución del arte, donde disfrutamos del espectáculo producido por los cientos de libélulas que los chicos de libelulab, Danilo Leonardi y Valentina Antinori, han conseguido hacer volar por la ciudad, dirigidos por el diseñador de moda (y no sólo) Giorgio Correggiari.
La primera mitad de la tarde la dedicamos a visitar los más populares showrooms de diseño del centro (B&B Italia, Porro, Meritalia, Cassina, etc…) comprobando que de un año a otro las novedades no son tantas y que son muchas veces los clásicos los que consiguen seguir captando nuestra atención.
Pasada la hora del té en Inglaterrra, en Italia seguimos absorbiendo creatividad; la ilusión de quien presenta en público su criatura, su proyecto, con el entusiasmo, y a veces decepción, que esto provoca en los espectadores. Y una más de las citas imperdibles durante estos días son los jardines de la Universidad Estatal, donde cada año se presentan proyectos de los más conocidos arquitectos y diseñadores del planeta. Aquí os dejo la prueba gráfica para que nadie se quede sin haber pasado por Milán en esta semana tan especial.
PS. Ha sido un placer poner cara a las almas de la experimentación. Muchas gracias por la bicicleta.