Un flechazo que aún colea.
Empecé la carrera de Ingeniería Técnica en Diseño Industrial sin tener la más remota idea de en qué consistía. La escogí porque su nombre sonaba bien, sinceramente, y fue la primera opción por ser la de nota más alta. Vocación plena, vamos. Empecé las clases, física, matemáticas… y uno de esos primeros días hicimos una práctica en la que había una foto inolvidable: una foto de una silla.
'Ve a la exposición de diseño austriaco'. Y tuve un momento de enajenación mental transitoria en el que olvidé todo lo aprendido sobre historia del diseño. Me encontré en blanco y pensando qué podía tener de interesante el diseño del país centroeuropeo. Pero allá que fui, por supuesto. Y recuperé mi memoria y los conocimientos almacenados en mi cerebro al cruzar la puerta con el catálogo en la mano, para ver Ingenio sorprendente!
Dijo Thomas A. Edison que "el genio es 99% transpiración y 1% inspiración".
Una idea, un diseño, está dentro de la cabeza como una 'pelota' de plastilina antes de ser moldeada. Y se va moldeando, cambiando, quitando y poniendo, volviendo a empezar una y otra vez si es necesario, hasta que sale la forma definitiva. Esa forma sólo eras capaz de verla tú dentro de la 'pelota'.
Una amiga mía me comentaba recientemente lo poco que valoramos lo nuestro, haciendo referencia a un famoso pintor e ilustrador paisano nuestro que consideraba poco o nada reconocido en su patria. Así que desde aquí me he propuesto hacer un recordatorio para que la gente redescubra, o descubra si hace falta, a un gran artista vallisoletano: Eduardo García Benito.
El uso abusivo de este tipo de herramientas puede considerarse adicción y no es bueno en absoluto. Hay quien dice que pasar el tiempo frente a ellas es enfermizo.
Pertenezco al tipo de personas que se pasa conectada todo el tiempo que pasa frente al ordenador, más o menos atenta a este tipo de páginas que utilizo en mayor o menor medida. ¿Por qué? Son mi manera de enterarme de todo lo que pasa a mi alrededor, cerca y lejos. Son mi ventana al mundo.
¿Qué hacer? ¿Tocar todos los palos? ¿Centrarse en un campo?
La especialización tiene la ventaja de convertirte en experto. Si trabajas bien y todo funciona, podrías pasar a ser un grande en ese campo. Pero esa especialización conlleva elegir muy bien y estar seguro de que eso es "lo tuyo". Y también tener experiencia, saber lo que haces. No dejar nunca de aprender para convertirte en maestro.
Una nueva galería de diseño ha sido inaugurada hoy en Barcelona. El Raval aumenta su oferta en este campo gracias a la iniciativa de Xavier Franquesa y Ellen Rapelius en un magnífico local de la calle Notariat “el que no ha sido necesario casi modificar, sólo rascar las paredes”, según las propias palabras del nuevo galerista, quien reniega de esa palabra: es diseñador y arquitecto, no ha dejado de serlo.
Es diseñadora. Eso dice. Entonces, servirá 'para un roto y para un descosío'. Pues… la verdad es que no. Le falta… ese plus. Llámalo recursos, decisión, experiencia, llámalo X. ¿Entonces? He aquí el quid de la cuestión. ¿Qué hace? ¿Ropa? No: existen más diseñadores que los de moda, aunque éstos sean los más famosos y las personas de la calle relacionen ambos conceptos de forma directa. Se diseña todo. Huy… demasiada dispersión.
Seguimos con preguntas de respuesta complicada. Una semana de reflexión sobre el comentario recibido en mi primer post:
Acabas los estudios de diseño. El último día de clase, te despides de compañeros, compañeras, profesores y profesoras con la cabeza bullendo de ideas.
