¿Qué hacer? ¿Tocar todos los palos? ¿Centrarse en un campo?
La especialización tiene la ventaja de convertirte en experto. Si trabajas bien y todo funciona, podrías pasar a ser un grande en ese campo. Pero esa especialización conlleva elegir muy bien y estar seguro de que eso es "lo tuyo". Y también tener experiencia, saber lo que haces. No dejar nunca de aprender para convertirte en maestro.
La diversificación, por otro lado, ayuda a la hora de comenzar. Ser capaz de hacer todo lo que te pidan, mentir incluso para que te contraten movido por la desesperación o porque, a pesar de no saber, es algo que te interesa, es un punto masoca que nos encanta a los diseñadores. Lanzarnos a la piscina sin tener ni idea.
Charles Eames diseñó una silla de plástico con patas metálicas. Una silla de comedor comercializada por Frank Miller, un mueble "exclusivo". Que también se puede encontrar en la cadena americana de restaurantes más famosa del mundo. ¿Diseñar para élites? Un buen diseño es un objeto que encaje en todas partes. Eso es éxito.
¿Qué hacer, por tanto? Nunca dejar de aprender. Del mismo tema, o de distintos. Evolucionar. Si paras te quedas atrás.