Mi madre tiene por hobbie las casitas de muñecas, desde hace poco comparte su pasión a través del mundo blogger en mi pequeña evasión y en su primera entrada nos cuenta:
He crecido sin televisión, sin juguetes, sin muñecas, pero hacíamos tantos teatrillos; tantos juegos de rol antes de los juegos de rol; tanta ingeniería con las manos, barro y el agua de la lluvia; tantas expediciones conquistadoras monte arriba y monte abajo; tantas escaladas a los árboles; tantos juegos de escondite entre los senderos abiertos en medio de la nieve… He escrito tantas historias imaginadas y he imaginado tantas historias escritas… He confeccionado tantos vestidos de papel…
¿Habéis visto alguna vez la magia y la fascinación en la cara de un niño cuando echa un barco de papel al agua?
Uno de mis juegos favoritos eran las pastelerías, en la aldea. Encima de una galleta de piedra, el barro hacía de chocolate y lo adornábamos con fresas hechas de flores rojas. Y más de uno habrá echado, como yo, un corcho de botella al río con un palillo pinchado y una banderita…
¿Cuáles serán los recuerdos entrañables de los niños de hoy en día?
Un simple corcho con una vela puede llegar a ser una aventura de piratas, la conquista de una isla desierta o una travesía en un barco mercante alrededor del mundo.
¡Volvamos a estimular la imaginación!
Producto: Bote
Diseño: BIG-GAME
Produce: Materia
Año: 2011
Fotos: Julien Chavaillaz
Es cierto que hemos perdido la ventura de reinventarnos en el mismo juego, en el juego con los materiales y en el precioso instante cuando la chispa enciende la imaginación. Es cierto que hoy -como expresa Iria en este post-, perdemos esa capacidad lúdica frente a la tv viendo violencia y noticias amargas, o ante internet buscando lo que no sabemos. Pero así son nuestros tiempos, juegos y tecnología! No sabemos qué se busca pero que importante buscar y aún más es fundamental encontrar.
Gracias por motivarme a reflexionar con este blog.