Hay cosas que deberían estar inventadas desde hace tiempo pero que, por alguna razón, se resisten a aparecer en el mercado. El día que las ves, te das cuenta de la falta que hacía. Muchas de ellas permanecen dormidas en los cuadernos de “ideas” que acumulan polvo en alguna estantería o acabaron su vida arrugadas en alguna servilleta de cafetería de no se bien dónde. Otras, gracias al pundonor de los que con el tiempo llamamos visionarios, se hacen realidad.
No pretendo recargar de épica innecesaria este post. Eye Baby me parece una de esas creaciones que aportan a la sociedad mucho más de lo que sabremos valorar. Y todo ello debemos agradecérselo a Mapi Huerta, la persona que supo ver la luz entre tanta tiniebla.
Eye Baby no es más que un sistema de seguridad pasiva orientado a mejorar la visibilidad de los carritos de paseo infantiles. O eso parece a primera vista. Si profundizamos un poco más, veremos que se ha concebido para que el viandante –o el propio niño- accione el mecanismo de señalización haciéndole partícipe del cuidado de su propia integridad física y fomentando el aprendizaje de valores de auto-protección.
No sorprende que Eye Baby se alzase ganador del Premio Valencia Emprende 2010, ni que en breve reciba más galardones. Y es que este producto, el primero que presenta en España la compañía Eye Child, especializada en sistemas de seguridad infantil, favorece la educación vial de nuestros hijos, refuerza la atención de los padres, educadores, conductores y peatones, al tiempo que conciencia sobre la importancia de la seguridad vial y la siniestralidad infantil.
El diseño de la pieza y la imagen ha sido coordinada por Ana yago y el equipo de Sanserif Creatius, un valor seguro para el éxito de Eye Baby, realizado en Etileno Vinil Acetato (EVA), lo que le aporta un tacto muy agradable y lo hace apto para el uso infantil. Toda Una lección de diseño adaptado a las necesidades reales de la sociedad.