Lo primero que me vino a la mente cuando recibí el comunicado de Kimberly-Clark eran tiempos pretéritos cuando con un babero a rayas jugaba con los tubos de papel de cartón sobrantes del papel higiénico a crear mil y una formas… La economía sostenible ha asestado un golpe mortal a las clases de manualidades con el último anuncio del fabricante de productos de papel para el hogar Kimberly-Clark que, tras un estudio de mercado, ha suprimido el tubo de cartón de su papel higiénico para hacerlo más ecológico.
Scott Naturals es el nuevo papel higiénico sin tubo de cartón que no altera el sistema de colocación ni el uso del papel tradicional. La realidad es que no hay ningún cambio en la rutina normal del usuario y tampoco en el precio, cuestión que suele suceder cada vez que se toma una decisión estratégica de las llamadas “sustentables”.
Como anécdota, la marca Scott fue la primera en poner el papel higiénico en un tubo de cartón y, ahora, es la primera marca en eliminar el tubo. Eso sí, décadas después. El argumento de implantación del nuevo producto es la reducción de los residuos generados por este producto que, sólo en Estados Unidos, representa unas 72.575 toneladas al año. O, lo que es lo mismo, en torno a 17.000 millones de tubos de papel higiénico.
Desde luego es una medida que defiende la sostenibilidad, no sabemos si medioambiental exclusivamente, o si la sostenibilidad económica ha tenido más peso en esta decisión. Lo único seguro es que miles de profesores de primaria buscan desesperadamente un nuevo material para sus clases de plástica.
