Denominamos pronto moda a la indústria que ha transformado la ropa en un producto de consumo rápido y masivo. Hoy en día si vamos a una tienda y nos probamos un jersei de treinta euros nos parece un precio excesivo. No estamos dispuestos a pagar de más para una prenda que sabemos que podemos encontrar más barata. Zara y sus compañeras (Topshop, Mango, H&M y un largo etcétera) han acercado la moda a la masa, han revolucionado por completo el mercado del ready-to wear, pero, a qué precio?
En ningún momento nos hemos parado a pensar por qué estamos pagando un precio tan bajo para una prenda hecha a mano, que ha requerido de un tiempo determinado de confección, unas fornituras, un diseño…
Respuesta? Copiar. El proceso del diseño pasa a convertirse en una búsqueda y copia -por no decir plagio- de las pasarelas internacionales (lo que quiere la gente, por supuesto), simplificando la calidad, los detalles y los acabados al máximo lo que acarrea una corta vida para la prenda.
Confección en paises subdesarrollados, sí, evidentemente se esconde, se mantiene alejado del dominio público pero Primark, por ejemplo, tiene múltiples denuncias por usar mano de obra infantil.
Gran volumen de prendas, así todos podemos vestir exactamente igual! A mayor número de prendas, menor será el precio de coste para el fabricante: la aplicación del Fordismo a la moda.
El proceso de la moda va cada vez más rápido, ya no tenemos solamente dos temporadas al año (Otoño-Invierno/Primavera-Verano) sinó que constantemente se nos ofrecen nuevas propuestas. Debemos seguir el ritmo, debemos seguir comprando constantemente si queremos seguir la moda.
Evidentemente encontramos múltiples puntos de vista sobre qué posición adquirir. Desde mi posición valoro el estilo personal, propio y atemporal, lejos de tendencias cambiantes que nos marcan qué debemos llevar y cómo y qué debemos evitar. Valoro el producto exclusivo, diferente, con atención al detalle, con alma por encima de las producciones en cadena que tenemos, cada vez más, a nuestro alcance. Prefiero invertir más dinero en una sola prenda que siempre tendré a diez piezas que sólo van a durar una temporada. Supongo que en el fondo simplemente es cuestión de prioridades, de decidir por nosotros mismos, quizá poder mezclar y aprovechar las ventajas que nos ofrece el amplio mercado actual.
De todos modos también creo, por encima de todo, en la necesidad del conocimiento, en la necesidad de cuestionar nuestros valores y pensar bien en qué invertimos nuestro dinero, nuestro gusto y también en qué invertimos nuestra forma de vestir.