Entrevista al Diseñador de Productos Bruno Casalvolone
El vocablo “chinamo” viene de la lengua nahua chinamitl, que es un seto o cerca de cañas donde se realizan diversos eventos. Esta tradición es muy arraigada en las comunidades rurales tanto como urbanas del país, y sirvió de inspiración a un joven emprendedor, cuyo proyecto de graduación en la Escuela de Diseño de Productos de la Universidad VERITAS, Costa Rica, lo llamó “Chinamito”, marca para una nueva empresa que en un abrir y cerrar de ojos se posesionó en los centros comerciales metropolitanos. Bruno Casalvolone, su gestor, hoy es un empresario exitoso, demuestra que las ideas sencillas, como la fabricación en el sitio de “algodón de azúcar”, y un diseño bien concertado son la mejor carta de juego en el mercado.
Caracteres del producto
El proyecto de Bruno consistió en diseñar un carrito para la fabricación y expensa de este producto, que se pudiera abrir, cerrar y trasladarse a los diversos lugares donde se realicen los festejos populares, o incluso, ofrecer la posibilidad de llevarlo a cualquier otro evento cultural o social. El carácter proyectual es excelente, de aspecto minimalista, seguro, limpio; se fabricó en acero inoxidable para la perfecta higiene; es ergonómico posibilitando al operador actuar al hacer el producto y al mismo tiempo atender al cliente; además, otro de los parámetros importantes de considerar en un buen diseño es que para fabricarlo no requiere de un proceso tecnológico complejo, aspecto que influye en los costes.
Renderizados del proceso proyectual en el cual se determinan las características formales, estructurales y funcionales del futuro producto. Cortesía del diseñador.
Proceso de diseño y comercialización
Una vez realizado el primer prototipo -con el cual Bruno Casalvolone obtuvo Graduación de Honor en su carrera de diseñador-, lo condujo a insertarse en el mercado determinando los grandes centros comerciales o “malls” como mercados meta, para ello diseñó ya no un puesto móvil sino fijo, dispuesto para las exigencias del sitio, con carácter de modularidad y estandarización que multiplica su presencia con un producto muy apetecido por todas las personas, gracias a la calidad de las materias primas, y al adecuado manejo de los ingredientes alimenticios. Incide además la marca e imagen que ya es parte de los sitios de recreo y del comercio globalizado.
Renderizados cortesía del diseñador.
¿Dónde nace la idea de este proyecto y sus alcances?
Como mencionaste, nace de mi trabajo de graduación, consistió en el diseño y fabricación de un sistema ambulante para la venta de algodón de azúcar con el afán de rescatar este producto y poder disfrutarlo con más frecuencia y accesibilidad. Para lograrlo, Chinamito brinda servicios a eventos privados, colegios, fiestas privadas, eventos deportivos, entre otros. Pretende cubrir los mejores centros comerciales del país, de los cuales hoy en día esta presente en “Paseo de las Flores” y “Terramall”.
Renderizados del puesto fijo diseñado para los centros comerciales o "malls". Cortesía del diseñador.
¿Qué retroalimenta el mercado al proyecto de diseño?
El lanzamiento de este producto me deja muchas enseñanzas en cuanto al manejo interno de una empresa. Empezar un buen negocio requiere de muchos detalles, que van más allá de los rigores proyectuales, como es el proceso de planeación y ejecución de mercadeo, considerar precios, pensar en promociones, en estrategias de distribución y comunicación.
Isologotipo del producto.
¿Qué representa para vos poner un producto en el mercado?
Fue un gran reto, con todo lo que ello conlleva. El hecho de satisfacer al cliente y cumplir con las exigencias de las diferentes entidades que rigen el comercio en Costa Rica, se asume con responsabilidad, toma mucho tiempo y dedicación; requiere tener especial cuidado de los detalles, en tanto hacen que el producto sea diferenciado y alcance éxito.
Hilo conductor o identificador iconográfico de la imagen del producto.
¿Cuál fue el paso del proyecto inicial del carrito, al puesto fijo para ventas en los grandes centros comerciales?
Nos dimos cuenta que el Chinamito tenía potencial para vender algodones de forma masiva, e hicimos la prueba durante un fin de semana en un pequeño centro comercial, y fue todo un éxito. Tomamos la decisión de incorporarlo a los “malls” y probar suerte basándonos también en los logros de otros conceptos similares en nuestro país, como lo son el arroz con leche de sabores, y los mangos, que incluso, los podríamos catalogar como inspiradores para nosotros.
Fuente de ingredientes para la fabricación y envase para la venta del producto. Fotografía cortesía del diseñador.
¿Qué más proyectas para tu futuro? Qué podemos esperar? Qué expectativas se abren?
El futuro del Chinamito es convertirse en una franquicia ya que el algodón de azúcar es un producto famoso en todo el mundo, pero mal explotado. Sacando provecho de esto, planeamos incluir nuevos productos que tengan similar condición del algodón y hacer un Chinamito muy completo.
El carrito abierto dispuesto en un centro comercial, y la forma en que se observa cerrado. Fotografías cortesía del diseñador.
¿Cómo puede contribuir el diseño a la economía del país?
Considero que va en camino a convertirse en unos de los pilares de la economía, junto con el servicio al cliente. La imagen es todo. Vivir, trabajar, comprar, entre otras actividades realizadas en un entorno bonito, cómodo y funcional es lo que todos deseamos, y eso lo logra el diseño, en todas sus diversas disciplinas. Las empresas que desarrollan proyectos bajo estos conceptos son muy exitosas y modelos a seguir, lograron no solo atraer clientes, sino también superar eficiencia y eficacia en sus procesos, y dar una imagen de solidez.
Bruno, son impresionantes tus logros tras haberte seguido desde que entraste a la universidad, hasta verte convertido en un profesional incisivo y competente. ¿Qué aplicas de tus estudios de Diseño de Productos a tu realización como diseñador?
En la Universidad aprendí que un producto puede ser muy bonito e innovador, pero nada hacemos si no lo ponemos en el mercado a competir. Chinamito -en mi proyecto de graduación-, se presentó no solo como un diseño, sino como una empresa de gran potencial económico. Lo fundamenté en una investigación profunda del mercado costarricense, se diseño un plan de mercadeo específico para la comercialización del algodón de azúcar en el área metropolitana. Esto es un perfecto ejemplo que un diseño debe tener armas para lanzarse a la batalla.
Vistas del puesto de ventas en centros comerciales. Fotografías cortesía del diseñador.
¿Qué motivación representa para vos el proyecto?
Creo que la motivación es marcar un inicio exitoso como diseñador y empresario independiente, además de la satisfacción de observar como los amantes del algodón disfrutan el hecho de poder consumir el producto en un centro comercial a la hora y el día que quieran. Y -que los niños ahora crecen-, se familiarizan con el nuevo concepto de un producto que, hace unos meses, muchos ni siquiera conocían.
Puestos de venta en centros comerciales, se aprecia la aceptación del público, con un diseño seguro, elegante y funcional.
Para concluir con este acercamiento a Bruno Casalvolone, quiero agregar que tal y como lo considera el diccionario de la RAE, un chinamo es “un tenderete improvisado” donde realizar festejos populares, pero como el lector aprecia, no tiene nada de improvisado sino que es un proyecto muy bien articulado, sustentado con diseño, estrategias de ventas, conocimiento del mercado, y un fuego interno que atiza al individuo creativo a encontrar -incluso en la crisis-, oportunidades de surgimiento y crecimiento económico.