El Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), San José, Costa Rica, en su Sala 1, de setiembre a noviembre 2012, ofrece la muestra “El principio del fin” del artista Fabrizio Arrieta; consta de pinturas en gran formato, objetos, instalaciones y video. Quiero abordarlo con esta conversación para indagar la naturaleza de su oficio y el impacto de hacer arte en estos tiempos cuando el disenso y la incertidumbre acrecientan las miradas y el interés.
Ingresar al museo me instiga a preguntar, a exponerme a lo expuesto: dialógica de un arte que cuestiona, que sacuden al pensamiento, conocimientos y raciocinio, donde las aguas del río de la interpretación del arte de pronto se agitan y, encabritadas, divagan quizás tras el significado del fin último que el artista promete iniciar, sin dejar de considerar cierta lectura escatológica que motiva el título de la muestra; pero encontré al artista, por ahí, en la sala, cuyas respuestas logran que las aguas apacigüen, transparenten y dejen ver la riqueza de sus fondos.
Fabrizio Arrieta, El Principio del Fin. Sala 1 del MADC. Fotografías cortesía del artista y del MADC.
LFQ: La pintura representa tu marca, con la que te presentas a la sociedad, al mercado del arte, al museo, a la crítica, a la cultura; es portadora de tu carácter que intrinca diálogos en diversas vías: de la pintura con el espectador, de tu pintura con otras pinturas, de un espectador “A” con un espectador “B”. ¿Cómo defines tu carácter, cómo lograste asumirlo y presentarte a los demás?
Fabrizio Arrieta: Considero que parte importante del carácter de mi trabajo es la duda, sana y constante, una revisión diaria de sus métodos, alcances y funcionamientos y lo asumo de esa manera, siempre atento al cambio y a la posibilidad de sorprenderme, con desapego al pasado y una sana desconfianza del futuro…
Fabrizio Arrieta, El Principio del Fin. Fotografías cortesía del artista y del MADC.
LFQ: La pintura es portadora de lo que crees del arte y lo que deseas que otros miren en ti, ¿qué piensas de esta percepción del arte?
FA: Pienso que es errónea, involuntariamente mis valores podrían transparentarse en mi trabajo pero afirmar que en mi pintura sintetizo lo que creo del arte y lo que deseo que otros miren de mi es darle una gran responsabilidad que no tiene ni pretendo que tenga… Lo que creo del arte va mucho mas allá, casi como el horizonte que se aleja al avanzar …, mi trabajo es solo un intento de llegar allí…, es casi un acto de fe.
Público asistente a la muestra de Fabrizio Arrieta, El Principio del Fin. Fotografías cortesía del artista y del MADC.
LFQ: ¿Cuál es el carácter de tu reflexión previa a disponerte a pintar? ¿Teorizas, trazas esbozos, mapeo conceptual?
FA: Intento borrar los limites. Hacer de mi vida y mi trabajo lo mismo.
Poder ir con naturalidad desde mis actividades diarias a mi labor profesional y viceversa y dedicar todo mi tiempo a que esta relación funcione en armonía… Permitirme que sucedan muchas cosas en un solo día, con la visión de que alimenten mi diario vivir, mis ideas y mis acciones personales y profesionales.
Instalaciones y video en la muestra de Fabrizio Arrieta. Fotografías cortesía del artista y del MADC.
LFQ: La pintura posee una componente emocional, un signo que vincula, que me atrapa como observador y motiva a interiorizar para tomar conciencia de a qué me enfrento, que signos me instigan a apropiarme de su significado; me motiva, como espectador, a sumirme en la autoreferencialidad para indagar qué creo, hacia donde voy, cual es mi postura delante de estas expresiones. ¿Cómo defines esa componente emocional tuya, propia?
FA: Pienso que las manifestaciones artísticas son muy poderosas, me gusta creer en eso. Creo que pueden cambiar algo, a veces insignificante, a veces muy significativo. Y que el artista es el primero en correr ese “riesgo” por su cercanía con la obra. Por tanto es preciso adquirir cierta distancia, en un acto de desdoblamiento intentar ver el trabajo con los ojos del otro y librarse de él y a la vez de uno mismo. Este conflicto creo, al ser recurrente, termina por manifestarse y en cierta forma trasladarse al espectador quien intentara ver la obra con los ojos del artista para poder librarse de ella y de la situación en que ésta lo ha metido.
LFQ: El artista actual es un vinculador por excelencia. Aprovecha los signos para anudarlos y generar un discurso. Háblame de tu método creativo, ¿como nacen las ideas?, ¿qué buscas y encuentras?, ¿cómo te dispones a buscar?
FA: Estoy de acuerdo, el artista hoy día cumple una labor de vinculador, de intermediario, de traductor a veces, de generador, de provocador inclusive. Me gusta creer que el artista tiene la responsabilidad de vivir en su época y pensar y trabajar desde allí, desde el presente. Y cuando me ubico a en ese contexto solo intento ser receptivo, verme a mi mismo y a mi labor como algo en medio de un interminable proceso que involucra todo lo que sucede, es allí donde nacen las ideas, en esa disposición, esa apertura que me permite acoplar lo que llegue, sea algo que busque o algo que encuentre…, nunca hay una preparación previa…
Fotografías cortesía del artista y del MADC.
LFQ: ¿Dónde encuentras tus referentes?
FA: Los encuentro en el camino, y en el camino también los pierdo…
LFQ: La disposición museográfica, sobre todo de la pintura, acrecienta una ubicación histórica del arte, nos empuja a decantar tu obra dentro de un tejido de relaciones hacia la pintura de maestros como Velázquez y Goya. ¿Te gusta ese tono de matices que te vincula con la historia?
FA: Me interesa, si. Específicamente con mi trabajo pictórico mas “tradicional”. Pintar hoy implica para mi ver atrás, considerando que la pintura como medio ha acompañado a la historia del arte desde sus inicios… Claro, mas como un intento de comprenderla y producirla hoy…
Y establecer esos vínculos, conceptuales, históricos y formales aunque parezca contradictorio me permiten pintar hoy… desde esa perspectiva, que no es la única ni mucho menos, habrán tantas formas de abordar la pintura como artistas que la practican… Es solo algo que ha captado mi atención en este momento.
Fabrizio Arrieta, El Principio del Fin. Fotografías cortesía del artista y del MADC.
LFQ: ¿Cuál y cómo defines el detonante, el signo con que impactas al espectador?
FA: No podría definirlo. Claro que existen formas, estrategias de comunicación, entradas de acceso a los significados y sentidos que pueda generar una obra pero afirmar que hago utilización consciente de estos métodos implicaría ubicarme en una situación de poder, de control para con el espectador, con mi obra y conmigo mismo. Y no estoy interesado explícitamente en eso. Creo que hago mi trabajo y lo que después pasa ya no esta en mi poder…
Fabrizio Arrieta, El Principio del Fin. Fotografías cortesía del artista y del MADC.
LFQ: ¿Dónde radica el significado de cubrir la pintura por manchas de negro que se propagan en el cuadro? ¿Por qué a veces son formas fundamentalmente geométricas como el rectángulo y la circunferencia y en otras una masa orgánica que pivotea entre las figuras y los personajes?
FA: No tengo claro el significado. No pretendo tenerlo claro, pues si lo supiera no tendría el mismo sentido para mi pintar, mi pintura dejaría de ser una investigación y comenzaría a ser una repetida publicación de un “descubrimiento” que pronto caducaría en el tiempo. En un sentido personal por supuesto.
Pienso que si algo puede manifestar en parte es esa inconformidad, ese conflicto, esa incertidumbre… se trata de una cuestión de posibilidades mas que de soluciones. Posibilidades de producción y de interpretación.
Fabrizio Arrieta, El Principio del Fin. Fotografías cortesía del artista y del MADC.
LFQ: ¿Cómo estructuras el cuadro? ¿de dónde partes? ¿Posee algún significado explicable esa estructura que sostiene tus pinturas?
FA: Es un proceso muy aleatorio que involucra antes que nada tomar decisiones partiendo de imágenes y sus significados, siempre con la mentalidad de desembocar o girar en torno a la pintura y donde mi participación es solo una parte de ese proceso.
LFQ: Pienso que tu oficio de pintor es sorprendente, impactante, marcas un camino para la pintura actual. Pero sitúas en la muestra otras manifestaciones del arte contemporáneo como el video, las instalaciones ¿son para estar al día? ¿No crees que diluyen o restan fuerza a esa carga conceptual de tu pintura?
FA: Considerar otros medios alternativos a la pintura como intentos de “mantenerme al día” sería mirar con prejuicio a la pintura y restarle su capacidad para aportar sentidos desde la actualidad. También sería ingenuo de mi parte si considerara que el hecho de usar nuevas tecnologías por si solas me permitirían realizar una obra relevante en el presente.
Simplemente creo que todos los medios son coexistentes y que funcionan como lo que son. Y estos serán parte del contenido de la obra y estarán en función de él en el mejor caso.
Personalmente prefiero pensar en puentes entre los medios que utilizo, los grupos de obras, los temas que abordo y las soluciones formales, mas que en fronteras o límites. Eso amplía mi campo de trabajo y (me gusta creer) me permite una mayor libertad para abordar mis inquietudes desde cualquier lugar y de cualquier forma.
A pesar de ser consciente de mi posición como “pintor” ante mí y los demás y de mi evidente predilección por la pintura estoy convencido del valor y del aporte del resto de obras para con esta exposición en específico, en un sentido de conjunto, de relaciones y asociaciones entre las obras, estableciendo un diálogo, ambiciosamente, que no solo involucra las obras y sus diversos medios sino también la sala, el montaje, el público, la institución, el papel del artista, la historia, la educación, el valor simbólico de la obra, el mercado y a la pintura y todo lo que esto representa…
Fabrizio Arrieta, El Principio del Fin. Fotografías cortesía del artista y del MADC.
LFQ: A manera de conclusión a este acercamiento al pensamiento y obra de Fabrizio Arrieta, quisiera evocar el instante cuando me ubiqué delante de esa enorme pared de la Sala 1 del MADC, y encontré un asiento para reposar y decirme a mí mismo que ante la obra de este joven pintor no me quedaba más que sumirme en aquellas briosas aguas de la interpretación: las piezas no tienen por qué decirlo todo, ese es el desafío o acicate para intentar leerla y salir airoso de tener que nadar a veces a contra corriente, tratando de enlazar al observar las páginas de las revistas muy bien articuladas con su tejido de conceptos, así como los libros y pensamientos, que como aquellas figuras de modelos salidas de las vitrinas de la moda o el glamour de los escaparates, en escenas (de)construidas pintadas con fina técnica e instaladas con gracia y acierto en la gran sala, nos conectan con el proceso, con el camino abordado en el día día del artista quien invita a sentirlo como propio, a compartir su profunda introspección donde sedujo la componente poética de esas contingencias y azar del vivir actual, las mismas que me llevaron al museo con la premisa de intentar comprender la paradoja y “el principio del fin”.
Fabrizio Arrieta, El Principio del Fin. Fotografías cortesía del artista y del MADC.