El nuevo libro Diseño Precolombino en Costa Rica analiza objetos en cerámica y piedra de las colecciones del Museo Nacional de Costa Rica. El autor, Henry O. Vargas Benavides, es investigador y docente de la Universidad de Costa Rica, el libro fue publicado por la Editorial UCR.
Tiempos de luz para el arte ancestral
Con el paso del tiempo Maya a la noción de un nuevo Bactuk, ocurrido en el 2012, se predijo que entraríamos en un nuevo tiempo de luz para las culturas originarias de América. Varios acontecimientos marcan esa visión, acá en el país se realiza la muestra anual inspirada en el arte ancestral MAYINCA, precisamente la tercera versión titulada Tiestos de una Cultura tiene lugar desde el pasado 12 de octubre en el Museo Nacional de Costa Rica. Este mismo año, para la participación latinoamericana en la 56 Bienal de Venecia, sede del Instituto Italo-latinoamericano, el curador Alfons Hug propuso el tema de “Voces Indígenas”, intentando preservar al traer a la bienal una instalación sonora con registros de esas voces muchas de las cuales están perdiéndose ante la irrupción de la cultura globalizada. El país estuvo representado por Priscilla Monge, quien grabó una oración en lengua Maleku, etnia originaria de la región norte colindante con Nicaragua. Recién se publicó, por parte de la Editorial Tecnológica de CR el libro “Retorno a la Edad de Oro”, del sociólogo Ivar Zapp que enciende el debate acerca de un glorioso pasado de los ancestrales huetares, que poblaron nuestras tierras y produjeron la escultura en piedra.
El libro de Vargas Benavides -que hoy se presenta en el Museo Nacional, es otro signo de dichos tiempos de luz. Ofrece un importante acercamiento al arte de los pueblos originarios aproximándose a través de tres niveles de análisis: 1. Los sistemas de proporción, 2. El manejo del color, y 3. Las estructuras que subyacen en cada pieza estudiada.
Los sistemas de proporción
Utiliza, como sistema de proporción de la escultura prehispánica una herramienta académica como la comparación del tamaño de una cabeza, que cabe “x” veces en la altura y anchura del cuerpo de una escultura. El método es común en las escuelas de arte y diseño, llamado visado, utiliza el lápiz para determinar las distintas medidas dependiendo de la distancia en que se encuentre el sujeto de estudio o modelo. El autor aclara acerca de la utilización de la cabeza como medida comparativa, en tanto que los artistas de aquellos remotos tiempos de nuestras culturas ancestrales, daban mayor elaboración a la cabeza de sus esculturas adquiriendo simbolismos por ser la parte pensante del cuerpo.
Comprobación del color
Propone un método para el acercamiento al color con el soporte que ofrece la tecnología, en programas muy cercanos al diseñador como son Ilustrador (para vectorización e ilustración de imágenes) y Photoshop (para el manejo de fotografías y control del color). El recurso brinda exactitud, e importa en tanto le permite reconocer los valores cromáticos según la luz, la saturación, el matiz y otros elementos del lenguaje del color.
Estructuras que acuerpan las piezas
Aplica las estructuras geométricas ya conocidas en el análisis de obras de arte, como partición armónica de una circunferencia, descomposición armónica del cuadrado, el triángulo equilátero, el hexágono, entre otras, para demostrar las construcciones elementales -en el caso del libro-, de la cerámica originaria y la escultura.
Esas nociones estructurales conforman un amplio lenguaje que da soporte estructural al diseño de símbolos en la actualidad. Hoy reconocemos que aportan la estética a tales configuraciones utilizadas principalmente en la comunicación visual, pero que podrían hacerlo también para el diseño de objetos y productos.
Importante destacar que en el fondo de uno de los sonajeros estudiados se observa el trazo del pentágono, lo cual abre el discurso de la armonía hacia la geometría en la naturaleza, ampliamente considerada en el diseño actual.
Lectura de simbolismos
La metodología para el análisis y comprensión de las piezas aplicadas por Vargas Benavides, sugiere algo mucho más profundo y que agrega valor al arte de nuestros pueblos prehispánicos: Universalidad del Arte. Se desprende la existencia de relaciones más intensas en ambas vías, y no solo que la educación artística nos llegó de Europa vía los procesos de colonización.
Yo me pregunto, ¿cómo aprenderían nuestros antepasados el lenguaje de la Geometría y la Matemática implícita, que tan claramente se observa en las construcciones de estas piezas estudiadas en el libro en cuestión? ¿Trascenderían los mares para ir a observar –por ejemplo-, el arte cretense-micénico, griego y etrusco arcaicos, donde también se manifiestan esos lenguajes estructurales y simbólicos?
Mi respuesta es que lo derivaron de la observación de la Naturaleza, madre del Diseño, el Arte, la Arquitectura. Ahí se encuentran las respuestas. Todas las culturas del mundo la han observado y extraído los secretos de su arte y en muy distintos períodos de la historia.
Henry Vargas analiza la lámina No. 26 del códice Borgia –figura 154, pág 110 del libro, en sus aspectos estructurales y el movimiento que permite la estructura, la doble cruz, de las direcciones cósmicas y que también identifica el simbolismo de la gran ceiba (Ceiba pentandra), árbol sagrado para esas culturas locales. Deriva un esquema estructural que en el diseño actual, fundamenta la creación de muchos símbolos, signos, marcas.
A manera de parangón
Coincidentes con dicho esquema de la doble cruz, me parece oportuno abordar el diseño del símbolo para la región lombarda al norte de Italia por parte de Pino Tovaglia, Bob Noorda, Roberto Sambonet y Bruno Munari en 1975, (publicado en el libro “Ricerca e progettazione di un símbolo”, 1977 editorial Zanichelli), cuyo origen fue encontrado en la llamada“rosa camuna”; grabados rupestres de la “Valcamonica” que remonta a la civilización Camuni, la cual habitó ese valle en la “Edad de Hierro (año 1200 1000 AC).
El libro de Vargas Benavides posee una lectura fluida, gracias a la verbigracia del autor, con una importante cantidad de láminas explicativas, citas y unas ciento sesenta páginas, así como el curado proceso editorial. El ejemplo del símbolo para la Región Lombarda, señala que aun hoy nos servimos de esos anclajes y metodologías de análisis para reconocer las estructuras subyacentes de las formas, como en este caso, y que dan valor a lo estudiado al alcanzar la ya mencionada universalidad del arte.
Otro aspecto importante de comentar, y que en la presentación del libro ocurrida en el Museo Nacional de Costa Rica por parte de la artista y gestora cultural Dinorah Carballo, es la consideración en estos estudios el género femenino, al analizar las proporciones de esculturas en cerámica representando a la mujer indígena, incluso en proceso de gestación, como se observa n la imagen No. 13, pág. 10 del libro n mención.
Para concluir
Esta herramienta utilizada por el autor para el estudio de la escultura y cerámica originaria, como expresé al inicio, puede que en principio pareciera contradictorio su uso para determinar proporciones y encaje del dibujo, en tanto es un sistema de comparación y proporción provienen de las escuelas académicas europeas en el aprendizaje del arte, y en este caso se utiliza para valorar nuestro arte originario.
Sin embargo, esa misma contradicción devela amplias fortalezas, nos dice que esas nociones son componentes estéticas de un lenguaje universal del arte, aprendido, asimilado, derivado de la profunda observación de la naturaleza.
El libro oferta la posibilidad de que sea un texto urgente de estudiar en el sistema educativo costarricense.
Otro aspecto positivo es que abre las posibilidades de investigación y su aplicación a otras áreas del saber y pensamiento actual, en el campo del diseño, para potenciar nuevos productos, no solo en la gráfica que en alguna medida ya se hace, sino en el diseño de mobiliario habitacional y urbano, diseño para hotelería, aeropuertos y sector turismo, diseño de sistemas de señalización urbana, diseño de empaques, textiles, vestuario entre otros, que den pautas y marquen la innovación necesaria
Vargas Benavides nos brinda un ejemplo de lo que somos capaces al interpretar hoy en día esos enormes legados, nos marca un camino que debemos recorrer para colectar experiencias y deducir mayores contenidos para el diseño. Dicho de otra manera: lo que aprendieron otras culturas universales por su sensibilidad y capacidad de observación y deducción, también lo hicieron nuestros antepasados al producir tan glorioso legado. El libro Diseño Precolombino Costarricense lo constata.
El análisis de Henry Vargas es preciso y sugiere que el origen de la geometría Euclidiana puede encontrarse entre los pueblos originales, como lo sugirió Jesús Echeverría ex director encargado de los sitios arqueológicos de México en notas personales que se me ha facilitado por parte de su ex esposa. No Se si se publicaron sus observaciones. pero el análisis de Henry Vargas me recuerda de las mismas observaciones, Es una nueva luz sobre no solo el arte cerámico pero también arquitectónico de los pueblos originales de este continente. No por nada Natalia Rosi de Tarifi.Sostuvo en su obra «América: La Curta Dimensión» Los Etruscos salieron de los Andes. En esta obra demostró la relación entre el diseño arquitectónico y simbólico Andino y Etrusco. Obviamente hay mucho que aprender y muco mas de dejar de lado.
Gracias Luis Fernando,
Ivar Zapp