Al ojear la revista Su Casa –de diseño y arquitectura publicada en Costa Rica por el Grupo Nación-, me atrajo las fotografías de Jorge Navarro, invitantes a una casa también bastante singular -pero antes de leer el artículo del periodista Randall Zúñiga-, me emocionó encontrar en una de las fotos al Arquitecto Oscar Pamio, y una introducción en la cual distinguí su pensamiento:
No hay reglas fijas ni las tiene que haber… …Lo más importante es que esté en armonía con quien vive aquí y lo que quiere.
Me percaté además de que con Pamio siempre hablo de diseño, de cultura en general, de las prácticas del aprendizaje y la formación en esta disciplina, de su Italia -de donde llegó en diversas ocasiones para finalmente quedarse a residir en el país-, pero casi nunca hablamos de arquitectura, que es su primera profesión y en la cual se graduó en La Sapienza de Roma con maestros como Bruno Zevi, y Giulio Carlo Argán en la facultad de Letras y Filosofía de esa Universidad. Incluso, ya subí a diseñacr un conversatorio con él, (18 de marzo de 2011), en el cual tratamos sobre el Consejo Asesor de la Bienal de Diseño Iberoamericano de Madrid –del cuál él es miembro- y de la participación de diseñadores costarricenses en las dos anteriores bienales.
Ahora quiero abordarlo sobre esa casa en San José, Costa Rica, proyecto donde logró imprimir la “exactitud” del alma de la racionalidad estética: habitabilidad de espacios relacionados e integrados, por donde fluye el goce perceptivo y puro de los materiales en comunión con la selección del mobiliario, el color o no color y el impacto del “percorso interno”.
¿Cuál es la naturaleza de tus pensamientos, primero respecto al espacio y su concepción –como tu dices influenciados por los muchos años de íntima convivencia con el Barroco Romano-, dentro de un lenguaje racionalista?
Hablo del barroco en términos del recorrido urbano, cuando rescato esa ruta en que caminas por callejuelas estrechas y alambicadas que no te dejan imaginar la variable que te vas a encontrar adelante, y se te aparece, de repente, como en una revelación. Esto es muy claro en Roma, caminas en escenarios constantemente variables, das vuelta en una esquina y te encuentras saliendo en una plaza que se te abre en toda su sorpresiva armonía. Se te “aparece” Piazza Navona o empiezas a escuchar el discurrir de agua que te anuncia que te estas aproximando al milagro de mármol y agua de la “Fontana di Trevi”. Son sensaciones para mi fuera del tiempo y del lugar, son parte de la memoria que queda suspendida en la energía del Universo como patrimonio de todos.
En la vivencia de una casa dicho trayecto es metáfora del recorrido del alma humana por la vida, que por más que trate de imaginar y planificar el futuro, siempre se va a encontrar con sorpresas detrás de las esquinas, en el camino de cada existencia.
El hormigón y el acero, duros, rígidos, se imponen con su materialidad, expresión de su función esencial de fuerza estructural. Su disposición origina espacios plásticos con visuales fluidas, que transitan desde lo comprimido, o pequeño y angosto, para explosionar luego en una espacialidad que transmuta esa fuerza y rigidez y se funde en la inmaterialidad de la luz. Es un carácter muy particular de espacialidad luminosa, no monumental, que introduce a un cambio de escala espacial manteniendo su dimensión humana, que contribuye en resaltar el espíritu acogedor del ambiente y que, en la intención, hace “sentir” la relación íntima del hogar y sus habitantes.
¿Qué significado encuentra ese carácter de “asombro” ante el espacio y el lenguaje “concordado” con los clientes?
Esta relación con el cliente es fundamental, y en este caso se ha manifestado en una clara sintonía de visión que nos ha permitido obtener resultados satisfactorios para ambos; juntos hemos tratado de definir las necesidades, expresarlas, y traducirlas en espacios aptos para activar el bienestar deseado por los habitantes de la casa.
¿Cómo es articulado el espacio para que sea congruente y armónico?
Afronta una serie de variables geométricas que derivan de las necesidades expresadas por los usuarios. La geometría se gesta en la relación entre espacios de funcionalidades diferentes que se integran en el fluir del recorrido del que hablábamos, y cuya armonía está determinada por conexiones proporcionales que no son fruto de cálculo sino de necesidades orgánicas de relación. Todo dentro de las constricciones obligadas del lote y su relación con el barrio, la ciudad y el entorno.
¿Cómo disfrutar de esos materiales en particular? ¿En qué interviene tu decisión de adoptarlos? ¿Qué calidades buscabas imprimir a la arquitectura de la casa?
Se trata de una decisión concordada con el cliente, y por la necesidad de que en su elección fuera evidente la “sinceridad” de los materiales utilizados. El concreto es concreto y se expresa como tal, tanto en paredes como en todos los pisos; las vigas de acero son componentes evidentes del sistema portante, y se vuelven parte visible de la composición espacial del inmueble. La ausencia de cornisas y rodapiés contribuyen a la pureza formal de la intersección de los planos. En la terraza, la estructura del techo se extiende en un voladizo que subraya el umbral de transición hacia el jardín y protege sin obstaculizar la vista hacia el cielo.
Todas las fotografías por cortesía del Arquitecto Oscar Pamio.
Según las exigencias del programa propuesto por el cliente ¿qué significa innovar ante demandas tan concisas?
No se trata de la búsqueda de innovar per se, sino de la necesidad de interpretar unas exigencias de vida, expresadas por las necesidades objetivas del cliente y filtrarla por nuestras experiencias y sensibilidad personal, que a su vez debería fundirse con las del cliente.
Tu hablas de impregnar armonía para que sea disfrutada por quien vive en ese espacio. ¿Cómo caracterizas la relación entre el cliente y el arquitecto respecto al proyecto?
En mi caso busco establecer una relación, ante todo de confianza mutua, fundamentada sobre premisas de sinceridad, flexibilidad, y el tener que entender al otro.
En enfrentar el proceso proyectual, la interacción con el cliente se hace más intensa y cercana, hasta llegar a soluciones concordadas sobre lo que se quiere lograr en términos de respuestas a la cotidianidad.
¿Cómo se logra impregnar de armonía a un espacio, una estructura, unos materiales?
Volvemos al discurso de las relaciones, no existen variables fundamentadas sobre interpretaciones rígidas de la geometría, sino como un sistema armónico y de equilibrio, derivado de necesidades biológicas, espirituales e intelectuales. En esa casa vive el ser físico y espiritual, mas allá de cualquier interpretación y exigencia de relaciones geométricas precisas.
Respecto a la escogencia del mobiliario y el color, ¿qué variables pesaron, estéticas, funcionales, de relación con la morfología de la casa, ergonómicas?
El mobiliario fue esencialmente escogido por sus características de diseño y de los materiales con los que están hechos. Hay muebles contemporáneos, otros de Le Corbusier de 1929 que siguen siendo actuales. Se sintonizan con la concepción espacial, en su carácter de esencialidad, su presencia no obstruye el espacio sino que lo filtran y lo resaltan.
Todas las fotografías por cortesía del Arquitecto Oscar Pamio.
Con estas entrevistas a diseñadores, arquitectos, creadores visuales, me interesa difundir en diseñacr nuestro pensamiento local o regional, pero sobre todo, conducir al aprendizaje a través de la posibilidad de compartir experiencias e investigaciones para que crezcamos todas(os). Por esta razón hay preguntas recurrentes que pretenden derivar un conocimiento implícito que nos (in)forma con constancia. A manera de conclusión del nuevo encuentro con el Arquitecto Oscar Pamio -quien además es Decano de la Facultad de Diseño de la Universidad VERITAS de Costa Rica-, quiero preguntarle ¿cuál es tu visión y posición ante el hacer Arquitectura hoy?
Dentro de tantos condicionantes que pueden ser de orden reglamentario, material, tecnológicos, sistemas constructivos, entre otros, al final de cuentas de lo que mas debemos tener conciencia es de la estrecha relación entre arquitectura y la vida del ser humano. De eso se trata la Arquitectura. Tiene que ver con la existencia de las personas, se trate de una casa, un edificio, una plaza, un ambiente urbano, debemos tener presente que nuestra intervención influye en la vida de las personas y es algo que queda como una huella que persiste en el tiempo.