La Sala 1.1 del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), entre el 6 y el 28 de octubre 2011, ofrece la muestra de la artista gráfica Priscilla Aguirre titulada “Miss Revistas”.
El arte gráfico es cultivado hoy en día con gran astucia; los artistas poseen a su haber un verdadero laboratorio de experimentación y creación de la imagen, con cada vez más ingeniosos procedimientos que encienden la perspicacia -no solo del creador-, sino también del receptor de sus propuestas que siente venir sobre sí ese fogonazo de la creatividad. La animación, el collage, la ilustración experimental, la intervención de imágenes impresas, el video, la fotografía, la fotocopiadora, el escáner, la serigrafía, e incluso hasta el pincel, el lápiz de siempre, los marcadores, son algunos de esos instrumentos y materiales comunicativos que se vuelven portadores de los signos de actualidad.
Muestra "Miss Revistas" de Priscilla Aguirre, Sala 1.1 del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo. Fotografías cortesía del MADC.
Las revistas, dirigidas a muy diversos segmentos poblacionales, entre otras, las femeninas, son un soporte gráfico que da contenido a todo un imaginario del cual se ha servido el arte, el cine, la televisión, la publicidad, la moda, para entronizar patrones estéticos y discursos a veces ataviados con el glamour, el sentido de la moda, el lenguaje no verbal o kinésico de las poses o, incluso, sugieren acentos para pronunciar las mismas palabras que hablamos todos, en ocasiones dichas en otros idiomas -sobre todo en inglés- en una especie de acercamiento de pertenencia a determinados grupos sociales.
De la serie Aves del paraíso 2011. Fotografía cortesía del MADC
Las revistas femeninas
Hablan de una parafernalia, sensibilidad, y simbolismos propios de una mujer que asume roles sociales cada vez más representativos, o si se quiere, de poder. Priscilla Aguirre se sirve de todo ese material tan cargado de interpretaciones subjetivas, para reinventarlos, recrearlos, desenvolviendo nuevas significaciones dentro de lo irónico, jocoso, juguetón, donde se acuña el gesto del desenfado. Me la imagino sumida en su estudio, recortando, pintando, dibujando, pegando, escribiendo sobre esas impresiones o descubriendo palabras que la sorprenden, la hacen reír o evocar, y que subraya con la idea de apropiarse de su lenguaje para criticar, o simplemente, hacerlos suyos. En el fondo, pienso, que ella redime el “ser” y “hacer” de sí misma -el “my self”, temática de una de sus series-, vínculo con lo que somos, deseamos, amamos, añoramos; por ello llama a su propuesta “Miss Revistas”, en un sentido de extrañamiento de lo que es mío y que abre hacia los demás en un guiño de la mirada, o coqueteo dirigido al otro margen de la retina.
Vistas de sala. Fotografía cortesía del MADC.
La sala de la incertidumbre
Me encanta esta alternativa que abrió el MADC al arte emergente, o a artistas y diseñadores abiertos a la experimentación, la investigación, y a propuestas que deseen romper paradigmas añejos, o por el contrario, un ambiente relajado para que corran las brisas de lo desconocido, de lo que no sabemos, pero que se presenta como un lindo desafío. Se ingresa a la sala y se lee “Miss Revistas” y nos encontramos con varias vitrinas donde observar revistas y collages, además, dos proyecciones en las paredes y las cédulas de las piezas que los anclan en el terreno de lo incierto: “Calendario: De la serie Aves del Paraíso”, 2011, “Portadaself: De la serie Livinheltsheip”, 2006, Portadavogueespaña: De la serie Moss-trosas”, 2010. Entonces, no nos queda más que preguntarnos, ¿qué me quiere decir la artista con esa animación que recreó la curaduría del MADC, basada en páginas de sus revistas y un collage de fondo sobre un anuncio de Gucci, al cual superpone imágenes que brindan movimiento e interés, pero que abre aun más la brecha (en sentido positivo) entre lo que yo interpreto y lo que ella -la artista-, nos quiere decir? Pero, sumido en esas aguas borrascosas, uno se pregunta: ¿Qué me provoca? ¿Qué significan esas palabras en el museo tan cuidadosamente montadas y elaboradas? ¿Moss-trosas? ¿Se refierirá a las infantas?, o, ¿a las “misses”, o “barbies”, o a esas reinas bulímicas y anoréxicas que coronan cada año con los mayores desplantes de la fogosa publicidad?
Portadaself.jpg: De la serie Livinheltsheip 2006.Fotografía cortesía del MADC
Portadavogueespaña.jpg: De la serie Moss-trosas 2010-11. Fotografía cortesía del MADC.
De inmediato viene la reacción, el río de la interpretación del arte lo torna revuelto; hay que esperar que sus aguas apacienten para que deje ver la riqueza de su fondo, y que se transparenten las texturas de los significados.
Algunas de las piezas de la muestraque se exhiben en las vitrinas, fotografías cortesía del MADC.
Es un PROCESO, me dije, un encadenamiento de ideas que, en tanto están constituidas por holones, surcan el espacio de la sala y algunos se posan en nuestro aparato perceptor para hacernos sentir, primero, luego construir. ¡Brava Priscilla!, expresé para mi mismo en el silencio de la sala –no habían abierto el MADC, me colé por la entrada de las oficinas. ¡Qué buen manejo del gesto de la incertidumbre que vuelve fuertes esas propuestas, dichas con gracia y actualidad!