Roberto Guerrero: ¡A detallar!

Roberto Guerrero es un artista costarricense consolidado, si se me permitiera esta figura que acrecienta su apellido, lo caracterizaría como “de armas tomar”; ha sido seleccionado en tres ocasiones por la Bienal Costarricense de Artes Visuales Bienarte, que lo llevó a exhibir en la Bienal del Istmo Centroamericano, dos veces en el Museo de Arte Contemporáneo de ciudad de Panamá y otra en El Salvador. Son incontables sus exposiciones individuales y colectivas en museos y galerías locales e internacionales. Además, es un destacado docente de la famosa Escuela de Fotografía de la Universidad VERITAS, pionera en la formación de fotógrafos en el país.
Con esta entrevista él va al detalle de sus secretos de cómo enfrenta su trabajo creativo, tiene que ver con su “indumento” personal que adosa para presentarse todos los días a la sociedad, a la universidad, a la comunidad del arte nacional; media la lectura y asimilación de las teorías del hacer arte hoy, sustentado en una sólida formación que le brinda herramientas técnicas y conceptuales para edificar sus propuestas siempre desafiantes, juguetonas cual boomerang pero que al venir de vuelta nos golpea. Su primera instalación propiamente dicha, ¿Por qué sos tan loca? Porque me da la gana -que comenté en el post anterior sobre la Bienarte 2011-, fue como lanzar un “buscapiés”, uno de esos petardos que provocan algarabía entre el público visitante a la bienal, para que se sacuda, se anime, con una fuerte dosis de “pólvora” para que lo evoquemos en el tiempo y que vamos a complementar con los chispazos de sus respuestas, que como se dijo, detallan el potencial de su profesionalidad.

Roberto Guerrero, "¿Por qué sos tan loca? Porque me da la gana", instalación Bienarte 2011. Fotografía de L.F.Q.

LFQ: ¿Cómo inicias la creación de una obra? ¿En qué se caracteriza el proceso de investigación en arte contemporáneo? ¿De qué manera adquiere cuerpo cada pieza?
Roberto Guerrero: Para mí la investigación es intrínseca a toda manifestación artística, en el caso particular del arte contemporáneo, entendido como un género o tipo de arte que tiene una filiación con el contenido y la búsqueda de una conexión con los espectadores, el proceso investigativo versa en todas las operaciones racionales que son necesarias y que se activan al concebir y producir dicha obra artística. El cuerpo lo adquiere en el pensamiento constante, en volver sobre la idea original y cuestionarla una y otra vez. Sobre todo, existe la necesidad de ir más allá de lo intuitivo y buscar una solidez en el apoyo de la teoría y la búsqueda de referencias.

"¿Por qué sos tan loca? Porque me da la gana", detalle de instalación. Fotografía de L.F.Q.

LFQ: La sustancia conceptual, lo que es leído e interpretado por el espectador, es fundamental, pero ¿cómo se acompaña un concepto con la experticia: dominio técnico, buena factura y acabado de la obra para apoyar la idea central?
RG: Siempre he creído en lo que respecta a mi propia obra, que la forma debe de ser un elemento esencial, en su resolución. Hay quienes en función del concepto, descuidan los atributos formarles de los proyectos. Creo que la forma y los procesos técnicos deben ser determinados en función del contenido. La materia es a su vez productora de concepto, por lo tanto hay que trabajarla como tal… en coherencia con la inquietud de contenido que tenga el artista.

LFQ: Una de las grandes funciones del arte actual es la posibilidad de subvertir lo establecido, de jugar sutilmente con las ideas para imbricar conexiones provocadoras que aborden la crítica social desde la reflexión propia. ¿A qué criticas?
RG: A lo largo del tiempo me he visto dentro de un eje de crítica que se enfoca en los procesos de exclusión social. Particularmente, me interesa, en función de mi propia historia de vida, todas aquellas exclusiones que se instalan en el campo de la sexualidad y del género. Actualmente, me interesa confrontar a una sociedad homofóbica que detenta un poder que es nefasto para aquellos que, aparentemente, no somos o nos salimos de la norma.

LFQ: ¿No es acaso esa misma postura por la cual hoy adversan los sistemas los llamados indignados, los que acampan en las plazas y que desfilan dando cacerolazos?
RG: Efectivamente, creo que desde todos los ámbitos, actualmente, las personas están tomando partido para sí mismas, es decir, se avocan a la defensa de sus derechos y claman por justicia y equidad en todos los aspectos de la vida social. Aquel que ha sido excluido, dominado y sobre todo, lastimado; ahora reclama su derecho de ser y de vivir en condiciones equitativas y de respecto. Esto se extrapola desde lo individual, a lo social, cruzando trasversalmente por todas las manifestaciones de lo ideológico.

Roberto Guerrero, Fotografía en blanco y negro, cortesía del artista.

LFQ. Háblame de tu postura ante el arte, por qué miras al arte desde los temas de la sexualidad y asuntos de género?
RG. Creo que con el tiempo, me ha quedado claro que el arte para mí, es también una forma de autoafirmación, de presentarle a otros todo aquello que es diferente, desde una posición digna. Miro al arte desde la sexualidad, porque ese ha sido un aspecto en el que la vida ha hecho que me purgue con fuego. Ha sido fuente de intensa sismicidad interna, de dolor, de deseo, de muerte y de resurgimiento. El arte se vierte y expande hacia lo colectivo, desde una vasija, que es un individuo, su subjetividad y sus conflictos; así que desde esa perspectiva, no puedo encontrar otra manera de mirar al arte, si no desde el espacio que más me afecta.

Serie Autoexploraciones: 1. Ambivalencia dialéctica. 2003. 60 x 40 pulgadas. Fotografía Analógica. 2. Estrategia fallida de poder. 2003. 60 x 40 pulgadas. Fotografía Analógica. Cortesía del artista.

LFQ: ¿Cuál fue la naturaleza de tu primer pieza premiada en Bienarte? ¿Cómo adquirió cuerpo el concepto?
RG: Mis primeras obras premiadas en Bienarte, fueron dos fotografías. Pertenecen a una serie llamada Autoexploraciones, la cual trabaje desde el 2001 hasta el 2003. Esas imágenes se llaman: Ambivalencia dialéctica y Estrategia Fallida de poder.
Desde una perspectiva bastante existencialista, estas obras retratan un mundo interno convulso, donde el cuerpo sufre los estragos de lo ideológico. Donde lo que durante años se ha aprendido como lo propio, se impone como atadura al ser y lo llena de culpa y de dolor. Son obras que pertenecen a un momento histórico en el que todavía no había asumido una posición tan clara en cuanto a mi sexualidad y su expresión en las representaciones en el arte. Relatan la vivencia dentro de lo oscuro, en la caverna platónica, antes de haber experimentado siquiera el primer rayo de luz del exterior.

Roberto Guerrero, instalación, MADC. Bola y zapatillas de fútbol. Cortesía del artista.

LFQ: Tu formación de diseñador gráfico en la UCR -en el caso de las portadas de revistas-, ¿complementa el cuerpo de tu obra?
RG: Sí, la formación de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, ha sido esencial en el desarrollo de mi obra. Esa institución me permitió graduarme como un diseñador gráfico integral que se vincula con las demás expresiones del arte, y que al calor de un horno lleno de referencias diversas, me ha ayudado a perfilar modos diversos de representación para mis inquietudes artísticas.
Las revistas son un ejemplo de los insumos del diseño gráfico y de la fotografía. La bola de lentejuelas, la granada de diamantes y de rosas… son producto de mi experiencia con la escultura, la cerámica, el grabado.

Serie Men´s magazines: Popular mechanics. 2004 60 x 40 pulgadas. Impresión digital,cortesía del artista.

LFQ: Descríbeme brevemente tus obras presentadas en las otras Bienartes y sus repercusiones, ¿cómo fueron dichas repercusiones en un país como El Salvador caracterizado por una sociedad donde es sensible el pero de lo militar?
RG: En otras bienales, he presentado “personajes” ficcionados a partir de mí mismo que remiten a mi posición, a la diferencia en lo referente a la sexualidad y la masculinidad. Esos personajes fueron, el Futbolista delicado y el Guerrero delicado. Además del personaje en imagen, quise crear objetos que, a su vez, replicaran y ampliaran su esencia ontológica.
El en caso particular de El Salvador, en la bienal centroamericana del 2006, mi intención era interpelar a una sociedad en la que gran parte de lo masculino se ha construido a partir de la imagen del militar. Sin embargo, las implicaciones posteriores a la muestra no las conozco.

Serie Men´s magazines: Men´s Health. 2004 60 x 40 pulgadas. Impresión digital, cortesía del artista.

LFQ: ¿Cuáles son tus principales referentes del arte?
RG: Muy variados y diferentes entre sí: Marcel Duchamp, Jeff Koons, Cindy Sherman, Frida Kahlo, Duane Michals, Caravaggio, Priscilla Monge y muchos otros que ahora no recuerdo.

LFQ: ¿Cuál es el carácter de tus activadores creativos: la lectura, ver revistas, videos, exposiciones? ¿Cómo nutres o estimulas tu espíritu creativo?
RG: De todo… Un poema, el periódico, la televisión, un escaparate en la calle, exposiciones y el cine han sido fundamentales para mi proceso creativo. Sin embargo, la lectura de referentes teóricos para mi, ha marcado una diferencia entre el arte que he producido y el que me interesa producir en el futuro.

Serie Men´s magazines: Icon. El futbolista delicado de la selección. 2005 60 x 40 pulgadas. Impresión digital, cortesía del artista.

LFQ: Tus creaciones se caracterizan por la calidad e ejecución de los modelos y objetos. Aunque ya lo tratamos antes, ¿Pesa el proceso? ¿De qué manera logras imprimirles esa calidad factual, dominio y talento del hacer para convencer al público de la realidad conceptual de tus propuestas?
RG: Creo que se logra en la medida en que se construye una relación coherente entre forma y contenido. En mi caso, siempre he creído importante que la obra sea, en la medida de lo posible, inteligible para los espectadores; por lo tanto la factura es un elemento necesario para cumplir ese objetivo.

Serie Men´s magazines: Warrior of fortune. El guerrero delicado. 2006 60 x 40 pulgadas. Impresión digital,cortesía del artista.

LFQ: Subvertir los estatutos del arte con ludismo y cierto sesgo de ironía, ¿son anzuelos que lanzas al maremagno de la sociedad para pescar tu público?
¿Cómo podrías caracterizar dicho anclaje? ¿Qué te interesa del arte y ese juego de bouyerismo en museos, galerías, ferias?
RG: La ironía y la parodia son recursos del tratamiento de la comunicación y de los contenidos, que en mi opinión, con las que las personas se conectan más. Siempre he pensado que al utilizarlos, me acerco a los espectadores y los “pico”. En relación con esos espacios expositivos, obviamente me interesa, en primera instancia, el contacto con el público y además, su incidencia en un proceso de legitimación y validación de la obra artística. Sin embargo, actualmente pienso en la necesidad de idear nuevos espacios de exhibición que devengan en nuevos modos relacionales entre la obra y el espectador, lo cual en esencia, es el objetivo de hacer arte, expresar para alguien… independientemente del lugar.

Desde niño me dijeron que solo podía jugar con carritos. 2008. Zapato intervenido con ruedas y letras. Cortesía del artista.

LFQ: ¿Cómo te reinventas, tienes herramientas para hacerlo?
RG: La reinvención es necesaria. Siempre he creído que me cuesta ver ese proceso como un conjunto de acciones controladas y con previsiones. Creo que los cambios que mi obra ha dado y que, espero que sigua dando, dependen del nivel de sintonía que como sujeto, tenga con el mundo y sus cambios. En ese sentido, creo que una herramienta podría ser la sensibilidad para reaccionar con todo aquello que acontece en el complejo mundo del presente y que lo mueve y conmueve a uno.

Hey Guys let´s explode like roses. 2008 60 cm x 35 cm x 35 cm. Escultura de resina y rosas plásticas. Cortesía del artista.

LFQ: Roberto Guerrero es un caminante incansable en los territorios del arte, tiene su mirada puesta en la ruta y la cartografía que le brindan ese talento de intuir hacia donde ir colectando rastros, que son el bagaje para sustentar sus proyectos. ¿Algún proyecto de futuro?
RG: Estoy en el proceso de concepción de una exposición individual y otros proyectos de exposiciones colectivas.

LFQ: A manera de conclusión, y aunque a mí en particular la octava Bienarte me pareció muy buena, de ideas frescas y que acrecientan a los artistas, sobre todo tu pieza ya comentada, en estos días, por redes sociales, se levantan clamores, sobre todo de los artistas más jóvenes, respecto a Bienarte. Se habla de la ausencia de estímulos, sobre todo económicos, para que los artistas produzcan sus obras, se acusa cierta pasividad en la organización para que sus intervenciones en el panorama cultural del país y externo sea visible y el cometido del evento sea eficaz. ¿Qué crees tu al respecto, como artista que ha sido seleccionado en tres bienales? ¿Qué criticarías de la realización del 2011? Por otro lado, había trascendido que una vez concluido el primer ciclo con las bienales en cada país, se esperarían cambios sensibles para remozarla, para que se reinvente; tu como asiduo participante de Bienarte, ¿cómo percibes la coyuntura?
RG: La edición 2011 de Bienarte ha pasado desapercibida, le ha faltado difusión y visibilidad. Creo que si bien Bienarte ha servido como un espacio de legitimación en el pasado, actualmente está perdiendo su “elan vital”. Muchos artistas no participan al encontrarse con el panorama de que no hay un verdadero apoyo o acompañamiento al artista y además, de que se participa para que no pase nada después. Es decir, que se trabaja, se invierte dinero, esfuerzos y sueños, para un evento que pocos y siempre los mismos ven.
Ese remozamiento del que hablas, no lo veo, quizás será que la luz cada vez es más débil y que eso anuncia que pronto se apagará.