El artista y curador de arte contemporáneo Rolando Castellón, con estas exposiciones de libros hechos por artistas y diseñadores, se propone recuperar y revalorar la producción de libros hechos a mano, con técnicas artesanales tradicionales o semi industriales de bajas series, u objetos en los que el referente libro encausa una lectura de los caracteres de la época, espacio donde catar un tiempo en que fluye la información y la sensibilidad por coleccionar esos productos únicos e irrepetibles.
Fotografía de la sala expositiva de la III Internacional del Libro Arte. Cortesía del artista Peter Foley.
La Primera Internacional de Libro Arte se realizó en Lisboa, Portugal en 2011, cuando el curador encontró enorme afinidad por este tipo de producción cultural; la segunda, en 2012, fue en Galería Alternativa, San José, Costa Rica, y esta tercera se exhibe durante el mes de junio en Studio E5, Middlefield RD, Palo Alto, California, Estados Unidos.
Al apreciar las fotografías de la muestra de esta edición, y percibir tantas visiones del arte y diseño actual: “capas y capas”, o, mejor dicho, “páginas y páginas”, activa la idea de rescatar un espíritu que no amedrenta a pesar de la revolución de nuevos medios tecnológicos que acrecientan la era de la Información. Se trata de un recorrido donde los sujetos, los libros, devuelven la interrogante del tiempo y estar (in)formados es una variable insustituible en la vivencia cotidiana.
III Internacional del Libro Arte. Fotografías cortesía del artista Peter Foley.
Se observa diversidad de materiales, naturales o no naturales, con texturas o lisos, con o sin color, abiertos o cerrados; poseen un enganche sugestivo, poético, con lo cual las palabras se entremezclan en distintos idiomas y vuelven al espacio un laboratorio de significados en el lenguaje universal del arte.
Hacer libros se inició en Mesopotamia con las famosas tablillas de arcilla, los papiros de Egipto, el papel de pulpas en Oriente, los rollos de pergamino en Grecia y Roma, así como en nuestra América Prehispánica los códices trazados en pieles animales, entre otros materiales, encontró su punto fuerte durante la Edad Media, cuando para aquellos libros llamados incunables se utilizaron maderas, pieles, piedras y metales preciosos, y el tiempo del mundo para producirlos y apreciarlos. Sin duda que la invención de los tipos móviles acrecentó la lectura y la producción editorial, pero hoy en día, los artistas toman todos esos recursos técnicos y materiales del pasado para explorar los bordes y porosidades de su profunda creatividad.
III Internacional del Libro Arte. Fotografías cortesía del artista Peter Foley.
El maestro Castellón, curador de la propuesta, es además un importante colector y productor de publicaciones, catálogos y revistas u otras impresiones alternativas utilizando la fotocopiadora, la impresión manual, y todo aquello que cave en el formato de lo que se puede llamar un libro. En su espacio ARTSéum, San José, Costa Rica, uno se siente al interno de una de esas bibliotecas o enciclopedias donde el saber es custodiado bajo aquellas sombras y luces parpadeantes de los rayos que se cuelan y donde esos sujetos son joyas a la vista de cualquier bibliófilo. Con esta tercer muestra internacional cierra el ciclo que se propuso desde sus primeros viajes a Portugal, pero para él –y por fortuna también para todos nosotros artistas y diseñadores amantes del arte de hacer libros-, dicho cierre es solo otro inicio más cuando veremos de nuevo las salas de algún lugar repletas de ideas, pensamientos y expresiones del libro eterno de la vida.
Lista de nombres de los artistas participantes:
Una de las piezas participantes en la III Internacional del Libro Arte. Fotografía cortesía del artista Peter Foley.
Fotografía de la III Internacional del Libro Arte. Cortesía del artista Peter Foley.