Otro año más el IED ha realizado la exposición de los trabajos de sus alumnos del Master of European Design Labs’10. En este como en años anteriores los resultados se pueden ver en la sala de exposiciones de su sede de la calle Larra. Más de una decena de diseños nos muestran cómo sus participantes han logrado que sus proyectos se conviertan en realidades tangibles, en prototipos finales. Gracias a la colaboración con varias empresas y dentro de la actividad que el propio master proporciona, lo que se enseña en esta ocasión son sólo los resultados. La cocina, los procesos, forman parte del ámbito de lo privado, de lo didáctico.
Una de las personas que más activamente ha intervenido en el master desde que se creó en 2007 es, sin duda, Gala Fernández. Ella fue quien creó e implementó los European Design Labs. En esta cuarta edición finaliza su colaboración con el IED para proseguir su andadura ligada al mítico Boisbuchet. Pero antes de formalizar su marcha, Gala es la artífice de la incorporación de Jaime Hayón, quien vuelve a la casa donde comenzó sus estudios de diseño en Madrid para convertirse en su director, en el nuevo motor que le dará rumbo los próximos años. Es él quien está detrás de la idea y del esfuerzo de potenciar el resultado final, de completar el trabajo con resultados lo más cercanos posibles a lo que un diseñador puede acometer en su futuro trabajo profesional.
El planteamiento que rige toda esta edición trata de investigar en el concepto de la Identidad, un aspecto básico para aquellos que comienzan a enfrentarse con su labor como diseñadores. Saber cuál es la identidad de uno mismo es, sin duda, una buena pregunta para hacerse, algo que desde los griegos tenemos presente. Ese “conócete a ti mismo” (gnothi sautón) que inscrito en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos daba la bienvenida a quienes querían consultar el oráculo. La identidad está en el origen de cada cual y también en sus deseos y aptitudes, aquellas que hay que hacer conscientes para poderlas potenciar. Dos de las tres identidades a las que se refiere Hayón en el planteamiento de su curso: la identidad-origen y la identidad-entono. La última es la identidad-perspectiva, la que permite al alumno hacerse visible en su diseño, la que logra que algo de él se proyecte. Pero, por fortuna, en ocasiones sucede algo inesperado. Ya lo decía Felipe, el amigo de Mafalda, “nunca termina uno de conocerse”. Esa es la mejor enseñanza que podemos ofrecer, constatar que lo desconocido siempre anda por detrás de nosotros. Hacerlo visible forma parte de nuestro cometido como diseñadores y la mejor manera para valorar lo que hacemos. Algunos de los diseños que se pueden ver en la exposición logran enfrentarnos con lo nuevo, con lo que no conocíamos. Otros, no tanto. Sin embargo, el fin de un master no está en que todos puedan lograrlo, sólo en saber que siempre hay que intentarlo.