Innovación, originalidad, funcionalidad, viabilidad y sostenibilidad
El jurado de Vidrala Master Glass Design Contest, organizado por Vidrala en colaboración con la Universidad de Deusto y la Asociación de Diseñadores de Euskadi EIDE, ha dado a conocer el ganador de la cuarta edición del famoso certamen. El autor del proyecto y su tutor viajarán a Milán (Vuelo + Hotel + Entradas) en abril de 2020, para asistir al Salón Internacional del Mueble. También se han anunciado los ganadores de los cuatro accésit.
El primer premio ha recaído en Kixmi, un proyecto de Ariane Atxa Gamaboa, Naia Bergaretxe Sarria, Joanes Unzueta Arrozpide, Karen Prieto Pastrian y Nerea Galarza Retenaga de Mondragon Unibertsitatea, tutorizados por Mikel Aguirre. Se trata de un producto que pretende normalizar y dignificar el consumo del calimocho, la popular mezcla de de vino tinto y refresco carbonatado de cola. «Este jurado considera que estamos ante un proyecto rotundo con la sensibilidad hacia la viabilidad técnica del mismo y con potencial de convertirse en una start-up, merecedor por tanto del Primer Premio», comentan.
El primer accésit se lo ha llevado Estremadura, un envase de aceite de oliva que destaca por sus lineas orgánicas y una innovadora solución antigoteo. El proyecto ha sido obra de Sara Abreu y Jessica Miranda de la Universidad de Madeira, y ha contado con la tutela de Susana Gonzaga.
El segundo accésit lo ha conseguido Oasis, un trabajo notable que usando el cactus como fuente de inspiración, ha construido un concepto realista de agua embotellada. Los autores son Laura Sanz González, Ana Morán Fraile, David Sánchez Diez, siendo su tutora Nieves Fernández Villalobos. «El jurado destaca la apropiada y concreta inspiración de la idea que funciona perfectamente. El proyecto trabaja la potente metáfora del cactus, evocando la posibilidad de poder beber la fuente de agua contenida en la planta», afirman.
El tercer accésit ha recaído en The Drink Lab, un trabajo que explora nuevas formas de consumo de licor. «Se trata de una nueva marca de bebidas alcohólicas basada en los chupitos. Su medida, de 50 ml es lo que suele ocupar un vaso de chupito, por lo que tiene el tamaño perfecto. Los componentes de esta bebida serían 45 ml de vodka y 5 ml de licor de mora. Con el concepto de un laboratorio químico, he conseguido crear una identidad de marca diferente, atractiva y con mucha personalidad», comenta su autora, Ana San Segundo. El proyecto ha sido autorizado por Óscar Lanza.
El cuarto y último accésit se lo ha llevado Vidralina, un trabajo de Jorge de la Cruz y Carmen Gil, tutelado por Jose Manuel Geijo Barrientos. Se trata de una robusta botella para el consumo de agua que destaca por su forma capsular y un claim notable que eleva el producto. «El jurado considera la poética del relato de producto muy bien trabajada. Destaca la sensibilidad sobre la problemática actual del plástico, presentando una alternativa sostenible al problema en forma novedosa de botella de agua», comentan.