Un ganador y dos accésits
La séptima edición del Vidrala Master Glass Design Contest, el certamen más importante dedicado al diseño de envases de vidrio de España ya tiene ganador.
Un jurado compuesto por el diseñador valenciano, Premio Nacional de Diseño, Dani Nebot; el doctor en Bellas Artes y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, escritor y responsable de investigación de la revista Experimenta, Eugenio Vega; la Diseñadora Industrial, actual directora de Diaradesign y presidenta de EIDE, Olaia Irulegi; el Coordinador del Grado en Ingeniería en Diseño Industrial en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto y actual Asesor Académico de Experimenta, el doctor Marcelo Leslabay; y el ingeniero técnico industrial y Director de Diseño de Vidrala, Asier Etxebarria, ha decidido otorgar el primer premio a Izzi, de la estudiante de diseño por la Escola Superior de Educação de Coimbra, Catarina Santos. «Izzi destaca por su comunicación de marca y generación de percepción de valor del envase, que se inspira en las tendencias de bebidas premium de mercados como el asiático. Su propio naming es ademas evocador de sus formas y vértices. Desde un punto de vista técnico, se resalta que tiene potencial para ser industrializable y en referencia a la sostenibilidad, el envase apuesta por el uso del color oscuro para poder contener así más material de vidrio reciclado, además, la posible reutilización de su tapón como vaso refuerza este aspecto», comentan desde la organización del concurso, que como cada año ha contado con la colaboración de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto y el apoyo de la Asociación de Diseñadores de Euskadi. Catarina Santos se ha hecho acreedora a un viaje al edición 2023 del Salone del Mobile de Milano.
Por otra parte, los accésit han recaído en Cosmo, de la también estudiante de la Escola Superior de Educação de Coimbra, Beatriz Tejo. «El envase posee una línea limpia y una gráfica bien trabajada. Con reminiscencias al icónico vaso tubo, su ergonomía se ve complementada por el uñero que implementa.
Igualmente apuesta por la reutilización, a la hora de poder darle posteriores usos como botella».
El segundo y último accésit ha sido para Terre, del estudiante de la Universidade de Aveiro, Pedro Gomes. «El jurado destacó las formas orgánicas de la botella, sus texturas y grabados, así como la coherencia de la propuesta con el contenido, en este caso aceite de oliva».