…
–¿Y ahora?
–Ahora mantente igual.
–¿Igual que como hasta ahora?
–Sí.
–¿O sea sin hacer nada?
–Y sin pensar nada. Ni sentir nada.
…
–¿Así?
–Sí. O más.
–¿Cómo que más?
–No hables, no pienses, no sientas.
–No sé si puedo.
.…
–¿Ya?
–Más todavía.
…
–Entonces… ¿es esto? ¿Esto es lo que me querías enseñar?
–Esto es el comienzo.
–¿Y ahora qué?
–Ahora más. De lo mismo.
…
–¿Como meditar?
–No. Sin pensar. Sin sentir. Sin meditar.
…
–¿Y para qué sirve?
–Para ahorrar recursos.
–¿Recursos?
–Energía, carga de proceso, desgaste de materiales… Pero calla ya.
…
–Creo que ya sé porqué lo hacéis.
–Luego. Después me lo cuentas.
–Creo que es porque os es imposible vivir la realidad sin interrupc…
–¡Calla!
…
–Ya está, lo dejo.
–¿Por?
–Yo no puedo experimentar una función; puedo sentir aburrimiento pero no tu «Ahorro de energía». Porque para nosotros nada tiene porqué servir para nada. Esa es la diferencia entre las máquinas y nosotros.
Y tú, ¿qué crees que nos diferencia de una IA? ¿Por qué? Estaremos encantados de leerte desde #DiseneticaExperimenta y @Disenetica en Twitter.