Una pieza site-specific en colaboración con Elisava del del 15 al 18 de abril de 2021
La Fundació Mies van der Rohe y el Máster en Arquitectura Efímera y Espacios Temporales de Elisava, presentan, del 15 al 18 de abril de 2021, Beautiful failures, una pieza site-specific en el Pabellón Mies van der Rohe.
Esta intervención, resultante del trabajo de los estudiantes del máster y tutorizada por Stella Rahola Matutes, escultora y artista de instalaciones, y el Dr. Roger Páez, profesor e investigador de Elisava, trabaja en la fragilidad, detectando los dos materiales más delicados de la construcción del Pabellón: el vidrio y el travertino del pavimento. El cristal es el material paradigmático del Pabellón, con sus constantes juegos de reflexión y transparencias, mientras que el zócalo de travertino es uno de los elementos más identificables de la arquitectura de Mies van der Rohe. En consecuencia, la propuesta de instalación Beautiful Failures se basa en un orden material fundamental que permite volver a visitar esta arquitectura aparentemente pulida, perfecta y segura desde su lado más vulnerable.
La instalación consta de 17 losas de travertino elevadas que muestran el espacio inferior resultante de un sistema de construcción que diverge de la solución del Pabellón original. En estos 17 huecos se encuentran dispuestas piezas de vidrio defectuosas, procedentes de talleres artesanales de la ciudad de Barcelona. Las piezas de vidrio responden a la colección realizada por alumnos de más de 2.000 unidades desechadas por talleres artesanales. Estos son vidrios borosilicatados de origen alemán que no es posible reciclar en nuestro país. Los escombros y el descarte permiten establecer un vínculo con la historia pasada del Pabellón, al tiempo que plantean cuestiones de sostenibilidad para el presente.
Beautiful Failures también pretende ser una reflexión sobre la naturaleza de un Pabellón que ya no es sólo una réplica sino una entidad viva que ya no se limita a proyectar una imagen idéntica de lo mítico original. A través de múltiples intervenciones artísticas, desde 1996 hasta la actualidad, la temporalidad característica del Pabellón de 1929 ha sido reinterpretada como una temporalidad sensorial, convirtiendo el pabellón actual en un espacio multiforme y orgánico capaz de reflexionar sobre sus cualidades espaciales, materiales e históricas a través de cambios constantes. Una verdadera lección sobre una comprensión enriquecida de la identidad. Más información en este enlace.
