La monumental feria Ambiente en Frankfurt que se celebró este febrero pasado, tuvo su espacio para la tendencia en diseño sustentable: los biomateriales.
Por primera vez, las ferias de objetos de consumo Ambiente, Christmasworld y Creativeworld se celebraron simultáneamente en el mismo lugar a principios de febrero en lo que fue el mayor evento ferial jamás celebrado en Frankfurt en términos de espacio.
“Cincuenta campos de fútbol», según lo que detallara con rebote mundialista para el diario alemán Faz (Frankfurter Allgemeine Zeitung), Detlef Braun, miembro del Consejo de Administración de Messe Frankfurt, debido a la fusión física de las tres.
Un evento en el calendario que siempre exige el uso de calzado cómodo y un gran sentido de la orientación porque es literalmente interminable y absolutamente inabarcable en pocos días, con lo cual, hay que enfocarse.
Hablamos de una superficie de 352.950 metros cuadrados, 4.561 expositores de más de 160 países en la que es, según la propia feria, es la mayor exposición de bienes de consumo del mundo. Con un 86% de los expositores que llegan del extranjero, otro nuevo récord pos pandemia. El hecho de que los responsables ya no organicen Paperworld como un evento independiente, sino que lo integren en las tres grandes ferias, es también una primicia que agranda la movida.
Así dadas las cosas, este 2023, la feria abordó cuatro temas centrales. Bajo la palabra clave «Dining», todo lo que involucra el universo cocinas, mesas y menaje.
En “Regalar” todo lo relacionado a papelería de alta calidad, así como artículos escolares. “Living» abarcó el hogar, el mobiliario y la decoración. Y a partir del furioso home office que provocó el COVID, se agrandó el segmento «Trabajo».
Y tuvo su espacio, bien destacado, para lo sustentable.
ECONOMIA CIRCULAR
La apuesta sobre todo de los jóvenes, quienes son siempre los encargados de marcar el rumbo con vistas en este caso a un futuro más sostenible. Que en este caso, viene en versión biomateriales. Cáscaras de frutas, flores, algas, hojas o plantas y hasta huesos de animales, todos ellos debidamente investigados, procesados, transformados en nuevas alternativas para el desarrollo de productos que obviamente aspiran a reemplazar los nocivos, como los plásticos, del mercado. Todos desarrollos que se ocupan sobre todo de dar nueva vida a los residuos orgánicos.
Así, reunidos por el Profesor Sascha Peters y la bio-diseñadora Diana Drewes, creadores de la agencia Haute Innovation, especializada en identificar desarrollos materiales y tecnológicos relevantes en pos de crear escenarios y soluciones de productos para mercados futuros, dieron el presente algunas de las jóvenes promesas de la economía circular.
“En el ciclo biológico, el aprovechamiento de los recursos naturales y la identificación de residuos orgánicos hasta ahora desaprovechados ofrecen el mayor potencial de innovación, especialmente para los profesionales creativos, para los arquitectos y diseñadores de interiores y, por tanto, también para la vajilla. Están surgiendo alternativas materiales de base biológica para materiales que consumen mucha energía, como los metales y la cerámica, que también permiten soluciones de productos sin plástico. Además, en el ciclo técnico se desarrollan cada vez más modelos de negocio circulares”, señala la dupla.
¿Algunos de los más destacados? Las colecciones de vajilla y objetos en vidrio a partir de cenizas de huesos de animales desechados de Ella Einhell. Un trabajo innovador que viene llevando a cabo como tesis final de su universidad, la Weissensse de Berlín. Según cuenta, ella estuvo siempre preocupada en darle valor a materiales de descarte. Fue así que luego de experimentar reciclando plástico, para sus proyectos de licenciatura y máster, decidió centrarse en los huesos. Su investigación reveló que casi la mitad de todas las partes de un animal sacrificado industrialmente en Alemania van a parar a la basura. En este camino viene recuperando técnicas ancestrales, dando visibilidad a los flujos de los residuos locales, contactándose con toda la cadena de producción (desde mataderos hasta crematorios pasando por carniceros a expertos en técnicas olvidadas) para obtener nada menos que vidrio de distinto tipo, porcelana y terrazo con el que luego da vida a todo tipo de objetos.
También las amplias experimentaciones basadas en distintos vegetales y cáscara de huevo , entre otros, de la joven diseñadora holandesa Laura van de Wijdeven del Atelier LVDW y las propuestas con cenizas de cremación convertidas en porcelana de Billie van de Katwijk.
Todas iniciativas que hablan de rol crucial que pueden y deben tener los diseñadores de productos contemporáneos, como decía a su tiempo el diseñador italiano y teórico del diseño Ezio Mazzini, “en esto de cuidar al objeto más grande de todos, el planeta”.
Si quieres leer más sobre todo lo que pasó en la feria Ambiente, puedes hacerlo en el número 95 de nuestra revista Experimenta.
