Un ejemplo de profesionalidad para las nuevas generaciones de diseñadores de todo el mundo
El pasado 31 de diciembre Ernesto Gismondi, el famoso diseñador italiano cofundador de Artemide, probablemente una de las marcas de iluminación más importantes de mundo y pilar indiscutido de la época de oro del diseño italiano, fallecía en la ciudad de Milán a la edad de 89 años. Tras de sí, este ingeniero aeroespacial, sagaz empresario y excelso creativo, deja una estela de productos exitosos, patentes industriales, enseñanzas y una carrera impecable, que bien sirven como referencia profesional y ejemplo de vida para las nuevas y futuras generaciones de diseñadores de todo el mundo.
Aunque hablamos de un creador nato, que ha firmado innumerables piezas, entre ellas la famosa colección Nur, o la sofisticada Chilone, sin lugar a dudas, su mayor logro ha sido gobernar con mano firme durante 40 años un gigante como Artemide, con alrededor 55 showrooms monomarca en las ciudades clave de la escena internacional y cuyos productos son distribuidos en cerca de 100 países de todo el mundo. «Hoy las colecciones Artemide representan un cruce único de valores: el enfoque a la luz humana y responsable se conjuga con un saber hacer proyectual y matérico, en un encuentro entre la tecnología de última generación y antiguos conocimientos, perfecta expresión del proyecto sostenible», comentan orgullosos desde la compañía.
La influencia y relevancia de Ernesto Gismondi en la industria del diseño y la comunidad creativa solo es comparable con la genialidad de un diseñador y empresario irrepetible. Una vida dedicada al diseño.